Los investigadores que trabajan para la NASA en una futura misión a Marte están convencidos de que el humor no solo debe ser algo que salga de forma natural entre los astronautas, sino que consideran que la presencia de alguien bromista puede ser determinante para su éxito.
Así lo indican los resultados preliminares de una investigación que está realizando el antropólogo de la Universidad de Florida Jeffrey Johnson para la agencia y que presentó hace unos días en la reunión anual de la Asociación para el Avance de la Ciencia (AAAS) celebrada en Washington.
“Se trata de personas que tienen la habilidad de unir a todo el mundo, de tender puentes cuando aparecen las tensiones y subir realmente la moral”, explica en el diario The Guardian. “Cuando estás viviendo con otros en un espacio cerrado por un periodo largo de tiempo, como en una misión a Marte, las tensiones aparecerán seguro.
Es muy importante tener a alguien que pueda ayudar a todos a llevarse bien, para que puedan hacer su trabajo, llegar allí y regresar con seguridad. Es crucial para la misión”.
Johnson lleva años estudiando el comportamiento de los equipos que permanecen durante el invierno en la Antártida o los pescadores de salmones en Alaska y allí ha visto cómo en cada grupo que tiene éxito hay proporciones parecidas de líderes, “payasos”, contadores de historias y apaciguadores.
Y que los grupos donde no existen estas figuras, en especial las que relajan la tensión, terminan pasándolo peor.
Aunque los planes para enviar humanos a Marte se han ido posponiendo indefinidamente, es previsible que la misión se convierta en realidad. Y entonces habrá que tener en cuenta aspectos que no fueron tan importantes en las misiones Apollo y que tienen que ver con el hecho de tener que pasar ocho meses confinados en un mismo espacio en el viaje de ida y otros ocho en el de retorno, además del retraso en las comunicaciones con la Tierra, que supone un aislamiento de facto.
Agencias.