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Associated Press

Cuatro atajadas monumentales de Guillermo Ochoa le dieron un punto aMéxico ante Brasil y justificaron la decisión del técnico Miguel Herrera de encomendar la portería al arquero del Ajaccio, un modesto equipo de la liga francesa que acaba de descender a la segunda división.

Herrera se pasó los últimos dos meses meditando cuál de sus porteros iba a ser el titular en la Copa Mundial de Brasil y a cuatro días del inicio del torneo optó por Ochoa, dejando en el banco a Jesús Corona, uno de los artífices de la conquista del título olímpico del 2012 tras derrotar precisamente a Brasil en la final.

Ochoa le dio la razón al técnico convirtiéndose en una muralla infranqueable para Brasil, al que México le arrancó un punto en la Copa del Mundo por primera vez en su historia.

“Ochoa responde como lo pensábamos, con atajadas extraordinarias”, expresó Herrera después del partido.

“Es el partido de mi vida. Hacerlo en una Copa del Mundo, frente a toda la afición, es increíble”, dijo Ochoa, antes de hacer una pausa en la que las lágrimas asomaron por sus ojos. “Se me dieron las cosas y hay que seguirle. Esto continúa”.

El portero tapó en forma espectacular un cabezazo abajo de Neymar que se colaba junto a un poste a los 25 minutos y sobre el final del primer tiempo le puso el pecho a un remate a quemarropa de David Luiz.

En el complemento volvió a mostrar reflejos y una ubicación impresionantes al bloquear con el cuerpo otro remate desde muy cerca de Neymar y coronó su actuación rechazando un cabezazo de Thiago Silva desde muy cerca hacia el final del partido.

“El cabezazo (de Neymar) fue el más complicado, un remate seco y pegado al palo. Ese me gusto más”, dijo Ochoa cuando se le preguntó cuál había sido su atajada preferida.

El portero de 28 años de edad viene esperando una oportunidad como esta desde hace tiempo ya que fue suplente en los mundiales del 2006 y el 2010.

Gracias a él, México suma cuatro puntos de seis posibles y no tiene goles en contra luego de dos partidos. La última vez que México mantuvo en cero su portería en los primeros dos partidos de un Mundial fue en 1970, cuando como anfitriones se metieron a los cuartos de final.

El gran desempeño de Ochoa no podía llegar en un momento más oportuno ya que su contrato con Ajaccio venció y actualmente busca equipo.