Associated Press
La supermodelo Linda Evangelista, la actriz Goldie Hawn y el diseñador Kenneth Cole participaron en una cena de caridad y una subasta que recaudó centenares de miles de dólares para la investigación y prevención del sida.
Unas 300 personas con trajes de gala acudieron el viernes por la noche al hotel Copacabana Palace de Río de Janeiro para participar en una cena a un costo de 2.500 dólares el cubierto organizada por la entidad internacional sin fines de lucro amfAR. La fundación investigadora del sida organiza algunas de las galas más vistosas del mundo, incluida la cena anual durante el Festival Cinematográfico de Cannes que es un verdadero desfile de estrellas de la gran pantalla.
Fue el primer acontecimiento de la entidad organizado en Río, que se encuentra en medio de su propio festival de cine. Además de las estilizadas y altas modelos que sobresalían entre los asistentes, abundaron los diseñadores, incluidos la reina del bikini Lenny Niemeyer, la conocida Andrea Dellal y su hija, la modelo Alice Dellal, así como varias de las actrices de las principales telenovelas del país.
Hawn ensalzó con entusiasmo a Río, y dijo que sus residentes son “muy amables y maravillosos”, y prometió volver pronto. Mientras tanto, la actriz pidió a los asistentes que hicieran ofertas generosas en el remate.
“Es fabuloso ayudar y es estupendo pasarlo bien”, indicó, y agregó que los asistentes deberían beber más champán para permitir que emanara la generosidad.
Entre platos de filete mignon, los asistentes hicieron ofertas por siete lotes que incluyeron un viaje para dos a un castillo francés propiedad de la familia de la marca de champán Moet & Chandon, con una visita al Abierto de Francia de tenis y una botella de gran tamaño de la bebida cubierta de hoja de oro. Ese lote fue adjudicado por 30.000 dólares.
Un ejemplar en sepia del fotógrafo de origen rumano Roberto Dutesco fue vendido por 34.000 dólares, mientras que una creación del artista brasileño Ernesto Neto llegó a los 35.000 dólares.
Pero los lotes que despertaron más atención entre los asistentes fueron de joyas. Un par de aretes de la diseñadora brasileña Carla Amorim con más de ocho quilates de esmeraldas fue vendido por 30.000 dólares, y un par de pendientes de diamantes solitarios de Jack Vartanian con casi cuatro quilates fueron vendidos por 35.000 dólares.