Thalía es una de las actrices más reconocidas de los años 90 gracias a la trilogía de ‘Las Marías’, una serie de novelas protagonizadas por la mexicana. La primera producción que encabeza este proyecto es ‘María Mercedes’ en 1992 y contó con la participación de Arturo Peniche en el papel de Jorge Luis del Olmo, un hombre que se enamora perdidamente de la joven.
Como era costumbre en las novelas de aquella época, el drama, las peleas y el romance eran fundamentales dentro del relato de la historia, pues la protagonista debía enfrentar cientos de obstáculos para lograr la felicidad con su galán. No obstante, las escenas pasionales y emotivas no podían faltar y qué mejor forma de representarlas que con extensos besos entre los actores.
De acuerdo a lo que se veía en ese entonces, la química y la energía de ambos artistas lograba recrear un momento romántico que conquistó a millones de personas a nivel internacional. Estos fragmentos brillaron dentro del proyecto y dejaron una imagen en las memorias de los televidentes que aún recuerdan estos títulos.
Sin embargo, no todo es como se muestra, pues recientemente el protagonista de ‘María Mercedes’ reveló detalles inéditos de su trabajo en la producción, los cuales involucraban directamente a su excompañera de set.
Según las declaraciones que realizó Arturo Peniche durante una entrevista, para él era algo incómodo recrear algunas de estas escenas amorosas con Thalía, pues tenía muy mal aliento debido a su peculiar gusto por la comida de sabor fuerte.
En las palabras que expresó el actor, cuando tenían que filmar las escenas de los besos sentía un olor bastante fuerte de la cantante, ya que ella llegaba al set de grabación después de comer.
“A ella le gustaba mucho irse a comer a un restaurante de mariscos que está al lado de Televisa, entonces llegaba con un olor terrible a ajo”, afirmó Peniche en conversación con el programa de entretenimiento Suelta la sopa.
Entre otros comentarios con el medio, el mexicano aprovechó para contar una corta anécdota relacionada al mal aliento de su compañera durante aquellos días de grabación.
“Llegó Thalía diciendo que se había lavado los dientes y que ya no me quejara más. Yo fui y me comí una cebolla morada y le tiré el aliento. Lloré del asco, pero fue muy gracioso”, relató.
Agencias.