Iridio

REDACCIÓN
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Si usted por azares del destino encuentra una caja -tipo caja de herramientas-,  no mayor a 40 centímetros de largo, por unos 30 de ancho, no trate de manipularla, aléjese al menos 30 metros y de inmediato reporte el hecho al 088, pues podría tratarse de la fuente radiactiva que fue sustraída el lunes pasado en el municipio de Cárdenas, Tabasco.

Apenas el viernes, el diario capitalino El Excélsior, reprodujo una alerta de búsqueda exhaustiva emitida por la Secretaría de Gobernación para los estados de Tabasco, Campeche, Chiapas, Oaxaca y Veracruz. Se estima la posibilidad de que el iridio haya sido trasladado a Campeche o Veracruz.

Sin embargo, aunque la desaparición de la cápsula radioactiva ya desató una psicosis aquí en las redes sociales ante el temor de contaminación en elementos y bebidas, ayer, la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear, descartó que en caso de que sea localizada en algún río o abandonada en algún paraje, no hay problemas de contaminación, porque la cápsula está bien protegida.

En entrevista con el citado diario capitalino señaló que aunque la fuente radiactiva es considerada de alta peligrosidad, la única forma en que la radiación afecte a una persona, solo es probable en el caso que lo manipule y trate de abrirlo, pues le causaría daños a la salud

Ayer, mismo la Copriscam hizo un llamado a la población campechana para no caer en pánico tras los comentarios que ya circulan en las redes, ya que no se debe caer en especulaciones y alarmas.

Hay que señalar que la fuente radiactiva extraviada es Iridio 192 (X-571), es utilizada en radiografía industrial para localizar fisuras en los componentes metálicos, es una fuente emisora de radiación gamma que atraviesa fácilmente la piel intacta, a las pocas horas de tener contacto con el iridio aparece un eritema que la gente achaca a la picadura de un insecto, sin embargo, la lesión se ulcera y evoluciona con el paso del tiempo a una necrosis ósea que deriva en amputación y al final provoca la muerte por shock séptico.