Todavía son muchas las familias campechanas que siguen conservados la tradición de realizar los pibipollos enterrados que le dan un sabor único, considerado por muchos como un verdadero mangar.

Desde muy temprano, familias enteras se levantaron para realizar el guiso para el pibipollos, para luego hacer el tamal grande de masa que es rellenada con la mezcla de col que es envuelto en hoja de platano y para luego ser enterrado.

Este mangar posteriormente es colocado en el altar de las casas campechanas como ofrenda a sus difuntos.

Wilmer Delgado.