El número de muertos por la tormenta Iota aumentaba lentamente en América Central, mientras los equipos de emergencia continuaban este jueves con las labores de búsqueda en los deslaves provocados por las catastróficas lluvias que azotaron la región esta semana.

Casi 40 personas han perdido la vida en Centroamérica y Colombia y se espera que la cifra de víctimas se incremente a medida que los rescatistas lleguen a comunidades aisladas. La mayoría de los decesos hasta ahora han ocurrido en Nicaragua y Honduras.

Iota, el huracán más fuerte en golpear Nicaragua desde que existen registros, azotó la costa caribeña del país el lunes, inundando zonas bajas que aún estaban inestables tras el impacto de Eta a principios de noviembre, otro ciclón que mató a decenas de personas en la región.

La mañana del jueves, las autoridades hondureñas elevaron el número de fallecidos a 14 personas, luego de confirmar que ocho miembros de dos familias, incluidos cuatro niños, murieron tras un deslizamiento de piedras y lodo que sepultó sus viviendas en una aldea en una región montañosa poblada por indígenas Lencas cerca de la frontera con El Salvador.

En Nicaragua, donde se ha confirmado hasta ahora un total de 18 defunciones por la tormenta, los esfuerzos de rescate continuaban después de que un deslave en el norte del país cobró la vida de ocho personas.

Si bien Iota se disipó en gran medida sobre El Salvador el miércoles, las autoridades luchaban por hacer frente a las devastadoras consecuencias de los días de fuertes precipitaciones.

Agencias.