La idea detrás de las vacunas de ARN mensajero contra el covid es tan sencilla que sus creadores piensan que no hay límites de aplicación a otras infecciones y enfermedades. Su aproximación es introducir en el paciente un mensaje genético escrito en una molécula de ARN para que sus propias células produzcan las proteínas que necesita para inmunizarse. Hace unos días, el equipo que ha desarrollado la primera vacuna efectiva contra el coronavirus, el de BioNTech, publicó un estudio aún en una fase muy inicial que ejemplifica el potencial de esta técnica, pues han conseguido que revierta en animales una enfermedad de la que no se conoce la causa y para la que no hay cura, la esclerosis múltiple, informó El País.

Esta dolencia presenta unos síntomas tan variados —desde leves hormigueos en los miembros a parálisis casi completa— que algunos médicos la apodan la enfermedad de las mil caras. Por causa desconocida, el sistema inmune de los pacientes comienza a atacar a su propio organismo, en concreto a la vaina protectora de los nervios, lo que puede provocar daños en el sistema nervioso central. Hay pacientes que pueden vivir toda la vida con la enfermedad y sufrir tan solo un ataque, mientras otros sufren una recaída tras otra que va deteriorando su movilidad y le predisponen a sufrir deterioro cognitivo. Cada año se diagnostican en España 2 mil casos nuevos y esta dolencia es la segunda causa de discapacidad adquirida en jóvenes tras los accidentes de tráfico, según la Sociedad Española de Neurología.

La madre de la vacuna de BioNTech contra el covid, Katalin Karikó, acaba de publicar un estudio junto al director ejecutivo de la empresa y también científico Ugur Sahin en el que muestran que una molécula de ARN mensajero puede hacer que el sistema inmune de ratones que sufren una enfermedad similar a la esclerosis múltiple aprenda a tolerar la mielina y deje por tanto de causar daños.

El trabajo, publicado en Science, muestra que un tratamiento basado en un ARN mensajero modificado ha sido bien tolerado por los animales. La inyección es muy parecida en esencia a la vacuna contra la covid, pero en este caso produce una proteína que es capaz de modular el sistema inmune. Los ratones tratados mostraron primero un parón en los primeros síntomas y después una reversión de la enfermedad. En algunos casos la vacuna revirtió la parálisis que sufrían los animales. Además, los investigadores han demostrado que esta vacuna no impide que el sistema inmune de los animales pueda identificar otros patógenos cuando aparecen, como por ejemplo el de la gripe.

En la actualidad hay más de 10 tratamientos aprobados contra la esclerosis múltiple en humanos. Se trata de medicamentos que modulan la respuesta del sistema inmune, pero que tienen efectos secundarios, como por ejemplo reducir la efectividad de las defensas contra otros patógenos.

Agencias.