Para combatir al Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) y Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA), la Escuela Superior de Medicina (ESM) del Instituto Politécnico Nacional (IPN) busca la obtención de una vacuna preventiva y una terapia para personas enfermas; sus creadores esperan “controlar y, de ser posible, eliminar el virus a través del aumento de la inmunidad celular y humoral”.

En la investigación participan científicos de España, Chile, Argentina, Perú y Portugal. Además se cuenta con el apoyo del Programa Iberoamericano de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo (CyTED).

Para obtener la vacuna se realizó un modelado molecular bioinformáticos donde es posible observar el orden que ocupa cada elemento del antígeno en tercera dimensión.

Ya en el Laboratorio de Bioinformática y Diseño de Fármacos se realizan experimentos “virtuales”, orientados a obtener la proteína  gp120 del VIH, la cual se manda sintetizar y se prueba en ratones para saber si es capaz de activar el sistema inmunológico al producir anticuerpos.

“Empleamos nanopartículas de oro y dendrímeros, a los cuales se unen los péptidos de la proteína gp120 del VIH al complejo denominado dendriplex. La principal característica del dendriplex es la capacidad de transportar células del sistema inmunológico que coordinan el proceso de elaboración de anticuerpos”, explicó José Correa Basurto, investigador de la ESM y miembro del Sistema Nacional de Investigadores.

Por su parte, Saúl Rojas Hernández, investigador politécnico que ha desarrollado otras vacunas, como la de la ameba “comecerebros”, trabaja con la inmunización vía nasal, ya que a través de este medio se obtiene una doble respuesta en mucosas.

El proyecto para el desarrollo de inmunoterapias utiliza células dendríticas debido a su capacidad para regular la respuesta inmune. Éstas pueden ser obtenidas vía sanguínea para recibir un “entrenamiento molecular” y regresar  al paciente del que fueron extraídas con la finalidad de actuar contra antígenos del VIH.

Es importante señalar que con esta acción se evita el rechazo del organismo debido a que se trata de su propia sangre.

Los resultados obtenidos hasta el momento mostraron que en los ratones es posible generar anticuerpos y por tanto obtener una respuesta inmune contra el VIH, tanto para la vacuna como para el tratamiento.

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