Los habitantes de la colonia Sinaí, en Acapulco, aguardan con expectación el resultado de un análisis que la Iglesia católica realiza a una imagen de la virgen de Guadalupe que, de acuerdo con su propietaria, ha derramado “lágrimas” recientemente.

La propietaria del icono religioso, que se llama igual que la virgen en su honor y se apellida Hernández, contó hoy a Efe que la primera vez que la efigie “lloró” fue el 10 de diciembre pasado.

Después de eso -según su relato- la imagen volvió a llorar el 11 y 12 de diciembre, y ella avisó a un vecino para que viniera a verla.

El sacerdote Juan Carlos Flores, quien ha intercedido en el asunto, reveló que este lunes la imagen fue trasladada a la parroquia con jurisdicción en el caso, la del Perpetuo Socorro, en la colonia Emiliano Zapata.

La figura, añadió, “va a estar en observación para poder dar una explicación coherente y hasta, si se puede, científica de qué es lo que está sucediendo”.

Precisó que durante algo menos de un mes la imagen va a dejar de estar a la vista, e hizo un llamado “a la cordura, a la oración” y a esperar el resultado del análisis.

Con todo, reconoció que por ahora para la Iglesia “este suceso concreto no se niega ni se afirma”.

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