JOSÉ EDUARDO QUE ROSADO
REDACCION@MULTIMEDIOSCAMPECHE.COM
El museo de El Polvorín que se encuentra ubicado en la colonia del mismo nombre alberga parte de la historia y el arte de la ciudad y pesar de sus limitantes se encuentra considerado como un centro cultural y turístico de importancia dentro de la entidad.
Arquitectónicamente, consta de dos partes, el primero es el cuarto del capitán y el segundo, considerado el cuarto de los soldados, la cual funge actualmente como galería para distintas exposiciones.
Los edificios tienen como medida cinco metros de alto con piso de ladrillo y ventanales grandes, techo de vigas de madera y mampostería además contiene arquerías de medio punto y pilares de piedra cantera.
En la parte baja tiene la cocina mazmorra que cuenta con un respiradero llamado cifón y por consiguiente la mazmorra tiene un ventanal pequeño y dos respiraderos circulares llamados El Limonar.
Ingresar al museo del Polvorín es regresar al pasado histórico de Campeche en el que sus estilos arquitectónicos militares, civil y religiosos rememoran a los mitos y leyendas que inspiraron a la sociedad campechana; tal como la historia del pozo, que se encuentra a un costado de la primera sala, donde se relata la historia de un capitán y la hija de un cacique, quien contrariaba el amor entre los dos jóvenes, y que en una ocasión se planteó la idea de matar al capitán, pero al enterarse su hija de tal intención, lo ayudó a escapar por el pozo; el papá al sorprenderlos se ofende y avienta a su hija al pozo y desde eso, se dice que las raíces del árbol que se encuentra dentro simulan los cabellos de su hija.
En la primera sala de exhibición se encuentra la exposición permanente del maestro campechano Francisco Segura Trueba, mostrándonos en su plástica parte de la iconografía y la idiosincrasia de nuestras raíces mayas; narrando desde su cosmovisión el origen de nuestra sociedad autóctona y leyendas muy características de nuestra región como la Xtabay; todo esto acompañados de cañones que datan de 250 años atrás que rememoran el pasado pirático.
En la segunda sala se encuentra la exposición permanente de retablos en madera realizadas por el artista yucateco Oscar Montores cuyas representaciones aluden a la época de los piratas y la vida cotidiana de los mismos. Obras como Victoria Bucanera, Asalto al baluarte de San Carlos, entre otras.