Y es que recibir una distinción de esta índole por simplemente amar el trabajo se vuelve el más gratificante premio de la vida, y así lo hizo saber el profesor: “Me siento muy halagado y verdaderamente muy correspondido por esta distinción que nos hacen las autoridades municipales, yo pienso que lo que hace uno para ganárselo es el no pensar que va a recibir un mérito” dijo en una breve entrevista con este rotativo.

Manifestó que él trabajó siempre en el ámbito de la educación, pues es maestro en educación física y llevó esta especialidad a la educación preescolar.

“Eso hizo relacionarme con pequeños, permitiéndome organizar el Corso Infantil por 28 años; el hecho de organizarlo tantos años me hizo convivir con las educadoras, padres de familia, niños y aún sigo participando en él pero ahora como jurado; tratando siempre de innovarlo, de conservarlo”, añadió el galardonado campechano.

Y como si fuera poco, el profesor Rendis Loeza fue el creador del reglamento del Corso Infantil gracias a su experiencia, pues fue en el año de 1975 en la escuela ‘Florinda Batista’, con apenas 15 contingentes, que se inició su carrera carnestolenda.

A esto se suman los 20 años de haber laborado en la escuela ‘Adolfo Ruiz Cortines’, ser formador de los patinadores de Campeche en 1975 que participaron en el Festival Cervantino, y el trabajo que ejerció en las instalaciones del Ayuntamiento siempre en beneficio del deporte.
“Por eso me siento halagado, y si no me hubieran dado el premio también me sentiría muy halagado; me siento a gusto y no es un punto final sino al contrario, se suma a lo que hemos hecho y que no pasó desapercibido tanto para los campechanos como para las autoridades”, refirió.

Agradeció profundamente a sus compañeros de trabajo que, aunque lo propusieron, el premio es igual para ellos, pues han trabajado de la mano por el beneficio de las familias campechanas.

Eunice Cruz Molina.