Entre los 400 bomberos que lucharon para combatir el incendio en la Catedral de Notre Dame, se encontraba “Colossus”, un robot no tripulado.

Con un poderoso cañón de agua y manipulado a control remoto, fue quien asumió el riesgo cuando, luego de más de 9 horas de propagarse las llamas en la catedral parisina, la situación se volvió peligrosa para el ser humano.

Fue diseñado por la compañía francesa Shark Robotics, y se convirtió en el binomio de la Brigada de Bomberos de París para controlar el fuego del templo gótico.

“Colossus” entró a la acción conectado a una potente manguera, tratando de evitar que la aguja principal de Notre Dame colapsara. A pesar de este incidente, el robot pudo controlar el fuego y contribuir a culminar con el siniestro.

Lejos de desplazar a los bomberos de sus labores, el robot busca ser una opción para mantener a salvo a las cuadrillas de los cuerpos de rescate.

Agencias.