ANA CECILIA GUTIÉRREZ
REDACCIÓN@MULTIMEDIOSCAMPECHE.COM
Liz Hernández Romero, propietaria de del bar Roots Night Club, asegura haber sido víctima de malos tratos de los elementos de la PEP y de personal de Finanzas del Gobierno de Estado en el operativo que realizaron el pasado fin de semana.
La señora escribió en las redes sociales y comentó a EL EXPRESO que “es triste para mí recurrir a las redes sociales para exponer algo que no debió de haber pasado, no en este Campeche que hemos conocido y en el que hemos vivido durante tantos años, no en este Campeche en el que mi esposo y yo hemos invertido nuestro capital formado a base de muchos años de trabajo duro y honesto”.
Señaló que desde Diciembre de 2013 abrieron un negocio familiar denominado Roots Night Club. “Siempre hemos creído que no es necesario traer una franquicia para lograr lugares dignos, de calidad y con todas las medidas de seguridad para nuestros clientes, hemos respetado absolutamente todas las nuevas disposiciones del Gobierno con respecto a los horarios de los antros, a pesar de lo mucho que está afectando a nuestra economía y la de nuestros empleados, además que contamos con toda la documentación que exige la ley, es por eso que me siento con todo el derecho de levantar la voz ante este atropello”.
“El día de hoy, aproximadamente a las 4:00 am, cuando ya se había retirado la mayoría del personal y me encontraba realizando pago de nómina y el cierre de caja, irrumpieron por la puerta trasera que me sirve de salida de emergencia, aproximadamente 20 hombre armados, como verdaderos delincuentes, fueron segundos en los que no sabes que está pasando, mi primera reacción fue pensar que se trataba de un asalto, por supuesto que cuando caí en cuenta que eran oficiales y civiles armados de la PEP, me levanté y me dirigí a ellos exigiéndoles una explicación, la cual no sólo nunca me fue dada, si no que uno de ellos dijo “no le hagas caso, vámonos” y era de esperarse mi indignación, por lo que salí detrás de ellos exigiendo hablar con alguno de los jefes.”, fue parte de lo que escribió.
“Mi hija Mariana y Jorge mi yerno que trabajan en el negocio, estaban ya por retirarse subiéndose a su coche cuando vieron todo ese despliegue policiaco como de 6 o 7 camionetas llenas de policías y pensaron que se trataba de un pleito en el parque Lazareto, sin imaginar que estaban entrando al negocio por la puerta trasera, se bajaron del coche y mi hija subió a avisarme que algo estaba pasando, mi yerno se dirigió a avisarle a mi esposo que se encontraba en el negocio de abajo igual haciendo su pago de nómina y cierre, en ese momento, los policías aparecen de regreso a sus vehículos, uno de ellos que venía corriendo choca con mi yerno y él le dice idiota, el policía se voltea y le dice a todos sus compañeros “está agrediendo a la autoridad”, se le van varios encima a mi yerno, lo tiran al suelo, lo esposan y lo avientan a la góndola de la camioneta, por supuesto la indignación de mi esposo, la mía la de mi hija y la de mis empleados que están como testigos no se hizo esperar”, relató.
“Luego alguien dijo que se llevaran a mi hija, yo le dije está embarazada, si la tocas te vas a arrepentir, se llevaron a mi yerno ante nuestra total impotencia. La pregunta es …¿hasta cuándo ?, si querían saber si aún habían clientes en mi negocio, está la puerta principal, hubiesen entrado dos o tres policías y con decirme señora es un procedimiento de rutina, estamos verificando que no haya clientes, era suficiente y era lo correcto”, explicó.
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