WILMER DELGADO ROJAS
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Vivimos en un país de mucha corrupción, en donde a las personas y a los políticos les da lo mismo vivir en la verdad o no, lamentó ayer el obispo José Francisco González.

En su homilía dominical, ante decenas de fieles que se congregaron en la misa del mediodía en la Iglesia Catedral, monseñor recordó la matanza de estudiantes normalistas de Ayotzinapa, Guerrero: “Lo que pasó en Iguala no es un caso aislado”, dijo, categórico.

Al referirse en su mensaje al sacramento del bautismo, que “nos quita el pecado personal y generacional”, señaló que casos como los de Ayotzinapa pasan porque el bautismo se vive como una tradición y en el fondo se nos olvida que “es adquirir la imagen y semejanza de Dios”.

Señaló que la corrupción se debe a eso mismo, a que no correspondemos a nuestro ser bautizado, “son personas bautizadas a quienes les da lo mismo vivir en la verdad o no”.

González González refirió que por ello es necesario hablar con la verdad en el caso de Guerrero, que no fue un caso aislado, y criticar a los corruptos y a los autores de la matanza de los 43 normalistas.

El obispo de Campeche señaló que sólo viviendo en la verdad seremos libres y humanos, “pero si no vivimos en la verdad, por muchas componendas que hagamos, después nos pueden llevar a una trampa mortal”, afirmó en la Catedral.

Pidió no engañar sobre el caso, no encubrir ni proteger a nadie, sino denunciarlos y evidenciarlos, mostrar la corrupción y las mentiras en que viven porque se han alejado de Dios y de la verdad, y “han perdido el olor a santo crisma”.

Refirió que Jesús limpió el templo, que se había convertido en una cueva de ladrones y corruptos, y eso es lo que le falta al país.

Monseñor también se refirió a los gobiernos, que ahora tienen que dar mejores resultados. “Antes se construían grandes obras y no interesaba el tiempo que se llevaran… ahora se tienen que realizar en tiempo y forma porque se tiene que dar resultados y se tiene que informar”, señaló.