Propone Korczak irse de Campeche

WILMER DELGADO ROJAS
WDELGADO@MULTIMEDIOSCAMPECHE.COM

Tranquilo y seguro de la decisión que tomó, el padre salvatoriano Sebastián Korczak anunció su decisión de renunciar a su estancia en Campeche y pidió perdón al Obispo José Francisco González y a la Diócesis de Campeche.

En rueda de prensa en la Parroquia de San José Obrero, acompañado de otros sacerdotes de su congregación, pidió a los medios de comunicación que dejen de ‘sobreinterpretar’ sus palabras y ‘extralimitar’ sus publicaciones, así como utilizar su nombre para crear división en la Iglesia católica.

“Nunca tuvimos malas intenciones, quizá nos equivocamos en el camino, pero venimos a construir el Reino de Dios y ahora no lo estamos haciendo”, dijo el padre en referencia al conflicto creado en la preparatoria Fray Angélico y que derivó en un enfrentamiento con la Diócesis.

Señaló que, con humildad, decidió irse de Campeche, aunque será el provincial de su orden, que llega el jueves, quien junto con el obispo José Francisco González, aceptará o rechazará la renuncia a su estancia en la ciudad.

“Me siento obligado a mi renuncia aquí en Campeche. Es necesario, porque algo estamos haciendo mal aquí. Todo lo que hemos hecho y creado, las obras, son buenas. No dejemos una mala imagen de los salvatorianos”.

Insistió a los medios de comunicación en no seguir lastimando a la Iglesia con malas interpretaciones a sus palabras.

“Yo nunca me expresé mal, nunca desobedecí al señor Obispo tampoco. Pero se creó esta situación que va muy mal, que se fue muy lejos y quiero cortar el mal y buscar la paz”.

Aclaró que no renuncia ni a la Fray Angélico ni al Instituto Mendoza, sino a toda su estancia en Campeche. “Si mi persona sirve para atacar o dividir, no es bueno”, dijo.

Señaló que será entre el obispo y el provincial de los salvatorianos los que decidirán además si la orden permanece a cargo de los colegios salvatorianos.

El padre Korczak dijo que para que una obra sea buena, se piden tres cosas: una buena intención, un buen camino o metodología, y buenos frutos.

“Siempre tuvimos y tenemos buenas intenciones. En ningún momento teníamos intenciones incorrectas. Pero tal vez el camino era incorrecto. Por que a través de todo este proceso resultó un fruto malo”, explicó el religioso.

“Nunca tuve intenciones malas, pero si el fruto no está bien, entonces yo estoy mal”, refirió. Dijo que su decisión la tomó en paz y en calma y fue producto de la reflexión, de la oración y de los consejos de personas cercanas a él.

“No lastimemos al señor Obispo y a la Iglesia”, concluyó el padre salvatoriano.