La Fiesta de las Rogativas para el Cristo Negro de San Román es una tradición añeja, que si bien fue opacada por la fiesta grande de la sagrada imagen, las rogativas forman parte de la relación del pueblo católico con el Cristo Negro, porque es donde se adora y se ruega por problemas de la sociedad.

El sacerdote Martín Mena indicó a los fieles que asistieron a la misa del medio día que la exposición y novenario del Cristo Negro en el altar refleja la oportunidad de mantener una relación de Fe, “porque es donde rogamos al Cristo por nuestras necesidades más apremiantes”.

Explicó que el novenario se hace cada año, donde se ruega por los matrimonios, la cosecha, el trabajo y la salud. El novenario termina el próximo domingo con una procesión por las calles del barrio de San Román, y la imagen es regresada a su altar.

Son muchos los testimonios de Fe que hablan de los favores del Cristo Negro. Doña María Hernández, una fiel devota, indicó que los católicos deberían unirse más en oración y participar de esta fiesta.

“Hay tanta necesidades en el mundo, las enfermedades, el abandono de los ancianos, deberían venir a pedir y ofrecer todo lo que les hace falta, rogarle”, señaló.

Por su parte, Pablo Aguilar recordó que el novenario de las rogativas pasa desapercibido, pues “la gente no la recuerda, solo acuden para cuando la feria de San Román, cuando se baja el Cristo, pero uno uno debe dejar de rogar a Dios”.

La imagen del Cristo Negro continuará expuesta en el altar, donde las personas podrán visitarlo pero sin poder tocarlo hasta el domingo 29 de mayo.

Luis Calderón
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