Por intereses comerciales un edificio histórico sufrió la modificación de su estructura pues donde antes había unas ventanas estas fueron transformadas en puertas, lo que presuntamente violaría la Ley Federal de Monumentos Históricos y el Código Civil Federal, con previo consentimiento del INAH.

Ubicada en el primer cuadro de la ciudad, en los límites del tradicional barrio de San Román, pues está en la calle 10 con calle Pípila, la casa tuvo un cambio de fachada, afectando así el legado histórico.

Si bien esta casona ha fungido como comercio con diferentes giros, desde hace unos días comenzaron los trabajos para cambiar su estructura en uno de los costados, desconociéndose para qué será utilizada en esta ocasión.

Sin embargo, este rotativo presenció desde hace unos días cómo unos alarifes abrieron socavones en la pared donde antes estaban dos ventanas, mismas que fueron transformadas en puertas, ignorándose si el encargado del lugar cuenta con el permiso avalado por el INAH para modificar la fachada de esta casa.

No obstante, ya son varios los edificios en el área de San Román y otros barrios que son parte de la zona de amortiguamiento, que es donde se alternan casas históricas con edificios modernos, los que han sufrido modificaciones en la estructura, teniendo la mayoría fines comerciales, todo esto sin presentarse el INAH para verifiar.

Y es que precisamente en el área de amortiguamiento no se puede permitir que las viviendas antiguas que existen se modifiquen, como está pasando con dicha casa. Hasta ayer, los albañiles contratados estaban realizando el emboquillado de los marcos de las puertas, así como trabajos al interior del mismo, donde se puede apreciar lo que pareciera mobiliario de un próximo restaurante.

Gilberto Ávila
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