Las tradiciones se preservaron en el barrio de San Francisco, pese a la pandemia, ya que el día de ayer fue bajado el santo patrono San Francisco de Asís de su altar.

Ante un reducido número de fieles, y cuidando en todo momento las medidas sanitarias establecidas, católicos presenciaron la misa del párroco Miguel Hernández Espinosa, en la que hizo un exhorto a cumplir con lo que Dios manda, sobre todo, para aquellos que son padres de familia, para que hagan lo que le corresponde hacer.

Como es costumbre, se colocó una rampa hacia el altar mayor, desde la cual fue conducida la imagen hasta la parte frontal, mientras que el gremio de la Legión de María realizaba un rosario para luego entonar alabanzas como muestra de júbilo por los 503 años de los festejos.

Posteriormente, la imagen fue colocada en el altar elaborado especialmente para que los campechanos la veneren.

Gilberto Ávila.