Kayden tiene 10 años y se encuentra hospitalizado con quemaduras de primer y segundo grado en el 20% de su cuerpo. La familia del pequeño ha denunciado que el pasado domingo estaba jugando con otros dos niños cuando uno de ellos lo roció con gasolina y el otro le prendió fuego.

La madre de Kayden pide justicia y añade que aunque su hijo muestra una especie de comportamiento autista no ha sido diagnosticado como tal. Además, tiene dificultades para hablar y escuchar.

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