El día de ayer recibí unos documentos que el H. Cabildo de Champotón envía al C.P. Jorge Pacheco Pérez, Auditor Superior del Estado, donde hacen de su conocimiento “las inconsistencias e irregularidades que están sucediendo en la actual administración que preside el C.D.E.O. José Luis Arjona Rosado”
Informan que en los últimos tres meses el alcalde ha faltado a más de dos sesiones ordinarias y extraordinarias sin darle motivo al Cabildo y que no se han cumplido acuerdos de Cabildo propuestos y que a escasos días del informe no tienen información sobre la ejecución de los programas federales, obra pública y demás acciones realizadas con recursos públicos en este año de ejercicio y que les han informado de manera verbal denuncias ciudadanas de obras inconclusas y supuestamente terminadas pero en mal estado o en su defecto no realizadas y pese que han solicitado en reiteradas ocasiones por escrito y en Sesiones de Cabildo copia de las actas, éstas les han sido negadas, motivo por el cual les hace caer en la incertidumbre de una posible malversación de fondos…
En este tenor va el escrito dirigido al auditor superior del estado y lo que me llama la atención es que fuera firmado casi en la totalidad de los integrantes del Cabildo, lo que lo hace de mayor valía pues no podría ser considerado como “golpeteo” político pues al estar representados partidos de gobierno y de oposición en una declaración conjunta, es hacer un llamado a viva voz de la búsqueda de la verdad.
Yo no soy nadie para juzgar, para eso están las instancias correspondientes. Yo no puedo decirles pues desconozco si hubo o no una malversación de fondos, de eso se encargará la Auditoría Superior del Estado y determinará si ejerce acción penal o administrativa.
Lo que hago aquí es plasmar lo que ese documento dice y preguntarme el por qué si existe un reglamento interno y leyes que regulan estos procedimientos no se han cumplido a cabalidad y, más importante aún, por qué se desprecia al mismo Cabildo que es quien tiene el contacto con la gente y que es quien debe de ayudarlo a llevar una correcta gestión, pero que si no les dan las herramientas para hacerlo deben de llegar al punto de exigir, por los mecanismos a su alcance, que se realicen de manera adecuada.
Mientras escribo esta columna veo pasar frente a mí al alcalde José Luis Arjona Rosado, me acerco y le pido que me regale cinco minutos para preguntarle acerca de lo que dice el documento. Me dice que sí ha asistido a las sesiones de Cabildo (el alcalde me presenta documentos donde cita a sesión el día de hoy viernes 4 de septiembre a las 21:00 hrs y un acta de sesión ordinaria de cabildo de fecha 29 de junio firmada por los regidores) y que lo están “chantajeando” (uso con autorización suya la palabra) para que se les dé un bono extraoficial trianual de medio millón de pesos por cada uno y que si todo estuviera mal, por qué hasta ahora deciden hacer esto si no es por el bono…
Las dos partes tienen versiones diferentes; el alcalde dice que es chantaje; el cabildo manifiesta irregularidades y las presenta de manera oficial.
Le pregunto a un regidor acerca de la convocatoria de sesión de hoy y me dice que se envió ayer a las 22:12 vía whatsapp…
Como dije antes, yo no soy nadie para juzgar pero sí para exponer lo que sucede y así como veo las cosas qué bueno que la Auditoría Superior del Estado aparecerá en el tablero del juego porque lo que me queda claro es que los recursos públicos son del ciudadano para la mejora de su calidad de vida y solo están a resguardo de los que desearon, buscaron y juraron servirlos.
Ojalá se revise a cabalidad, no solo en documentos sino físicamente y se contrasten. La pelota salió de la cancha y ahora le toca al árbitro revisar y decir cómo quedó el marcador pues recordemos que los jugadores y los árbitros cobran de nosotros y la cancha, la cancha es nuestra.