Distracción. En el actualidad el Parque de Santa Lucía es uno de los sitios que congrega a decenas de familias campechanas que buscan en sus áreas verdes un lugar para convivir y olvidarse de sus trajines diarios.

Distracción. En el actualidad el Parque de Santa Lucía es uno de los sitios que congrega a decenas de familias campechanas que buscan en sus áreas verdes un lugar para convivir y olvidarse de sus trajines diarios.

LUIS ÁNGEL RAMOS JUSTO
OFICINA DEL CRONISTA DE LA CIUDAD

Pasar un rato de distracción con la familia o por tratarse de una cita a ciegas, la mayoría de los campechanos hemos visitado en más de alguna ocasión el parque de Santa Lucía, donde yace como guardián un recinto religiosos con el mismo nombre.

Pero si nos preguntamos hace cuando se construyó la  actual imagen del lugar, tendríamos como respuesta a la interrogante, que fue hace más de dos siglos cuando después de fundarse el Centro como el principal centro urbano, surgieron los barrios a partir del asentamiento de los primeros lugareños constituidos en el lugar.

Aunque no se  sabe el  año exacto de su erección, se conoce que después de haberse fundado el recinto amurallado, y  los barrios de San Francisco, San Román y Santa Ana, Santa Lucia fue el último suburbio en fundarse.

Los habitantes eran en su mayoría indígenas mayas traídos de pueblos adscritos a la cabecera del cacicazgo preexistente, a quien los españoles preferían encargar tareas domésticas.

Santa Lucía de Calkiní, como se le solía llamar en el siglo XIX, poseyó desde sus orígenes una capilla construida a base de palmas, utilizada para realizar ceremonias  religiosas, asimismo, contaba con un cementerio inaugurado en 1853.

PARQUE E IGLESIA DE SANTA LUCIA

 Más tarde, en  1893  la  iglesia se edificó a base de piedras de mampostería, con ventanas en forma de coral, un campanario y techo abovedado. Posteriormente el inmueble fue consagrado en diciembre de 1974.

La mayoría de sus primeros pobladores se dedicó a la  milicia, labranza y artesanías. Y  los que  no  se dedicaban a esa actividad  trabajaban en intramuros o en las haciendas y quintas cercanas a la ciudad.

Para 1912, el templo religioso ya recibía el nombre de la patrona del lugar. La esrtructura del inmueble estaba conformado por  la nave del templo con sus tres campanarios, rodeada de vegetación silvestre pues sus alrededores aún no habían sido poblados.

La estructura de la iglesia era de tipo austera, sin mucha ornamentación, ya que según sugieren los historiadores, la zona fue  evangelizada por los hermanos de Asís que solían ser muy sencillos en sus construcciones monásticas. Frondosos árboles rodeaban al edificio religioso al cual se llegaba atravesando  un camino de terracería que destacaba  entre la  maleza existente del sitio.

Según los  historiadores, esta iglesia fue utilizada como hospital de 1910 a 1912, cuando  una epidemia de viruela invadió la  ciudad. Debido a su lejanía de los  otros  barrios  y del propio Centro, Santa Lucía fue  el principal cordón sanitario de la época, ya que muchos de los enfermos  eran trasladados a la Iglesia para ser tratados.

Los que fallecían durante su enclaustramiento eran inmediatamente enterrados en el campo santo del lugar o bien incinerados para evitar la reproducción del virus.

Con el pasar de las centurias los parajes deshabitados fueron poblados a partir de la segunda mitad  del siglo XX y de la fundación del segundo fraccionamiento dedicado a la vivienda social  llamado ‘Mártires de Rio Blanco’.  Asimismo, los caminos de terracería y maleza desaparecieron y en su lugar calzadas de concreto y jardines con herbolarias brindan una imagen pintoresca por las tardes.

Camiones, peatones y comercios, hoy en día conforman parte del trajín diario de esa zona de la ciudad donde se realizan verbenas populares y eventos culturales en su plaza.

La curiosa luminosidad de la iglesia por las noches y también las de los focos de todo el sector, ocasiona que decenas de familias acudan a ese espacio recreativo para convivir mientras sus hijos disfrutan de las atracciones y los juegos infantiles colocados por los gobiernos campechanos.

Actualmente el mencionado barrio es uno de los más populosos del lugar, pero también una de las zonas más propensas a inundaciones durante periodos de tormentas tropicales, ya que las laderas habitadas que rodean al barrio generan  riachuelos que van a parar hasta su mismo corazón y provocan el aumento de aguas pluviales que inundan la zona.

Lejos de ser un barrio recordado añejo barrio rodeado de casas señoriales, Santa Lucía, es uno de los espacios  más  vivos y frecuentados por cientos de campechanos, que ven en su parque  principal, un lugar donde se tiene de todo, desde puestos de comida, juegos infantiles, machacados, culto religioso y un gran número de variedades.

Iglesia de Santa Lucia, año 1912