ENCUENTRO. El cabildeo comenzó una semana antes. El escenario era ideal y la mesa estaba servida. Alejandro Moreno al frente de la Comisión de Energía en la Conago tenía la puerta de la Secretaría de Hacienda y el gobernador de Campeche no dejaría pasar la oportunidad, la abrió y entró.
Cuatro días antes de la sesión de la Conago donde se discutiría el tema del gasolinazo junto a los gobernadores que integran también la Comisión de Hacienda lo recibió José Antonio Meade. Fue el 5 de enero. Para Meade era importante decidir la logística y formato del encuentro del día 9 de enero con todos los gobernadores, para Alejandro también, pero puso sobre la mesa, sin ser una condición, un tema más, su tema, Campeche.
Tres veces cambiaron la sede del encuentro con los gobernadores, en la noche del domingo se decidió que el encuentro fuera en el salón de usos múltiples de la SHCP en Palacio Nacional. La mayoría de los gobernadores había llegado el domingo en la noche a la Ciudad de México esperando que le confirmaran el lugar del encuentro del lunes en la mañana.
Fue a puertas cerradas, bajo el criterio que sin medios, los gobernadores bajarían un poco el tono de sus reclamos, no fue así. Cuestionaron duro, con todo, de todos los partidos políticos. Se extendió por más de cuatro horas. Meade tenía que dejarlos e irse a Los Pinos para la firma del Acuerdo para la Protección de las Familias Mexicanas. La Conago no fue invitada y la Coparmex declinó firmarlo. Moreno Cárdenas fue mediador entre el gobierno federal y los gobernadores de oposición, el panista Javier Corral y el independiente Jaime Rodríguez fueron los que más alzaron la voz.
Moreno insistía en su postura: o nos seguimos quejando o nos sentamos y lo resolvemos.
Se habló del impacto que tiene el gasolinazo en la sociedad, sobre la gobernabilidad y de un plan para crear alternativas para enfrentar los problemas derivados de la medida.
Se había alistado un salón en un hotel de Polanco para dar una rueda de prensa cargada con bastantes adjetivos pero fue cancelada después del mediodía del lunes, alegando retrasos en los trabajos de la comisiones. La razón real de la cancelación fue que no prosperó una declaración conjunta en contra de la decisión del gobierno federal.
Al concluir las sesiones, los gobernadores Jaime Rodríguez, Graco Ramírez, Javier Corral y un equipo de colaboradores se fueron juntos a comer a un restaurante del Centro Histórico, cerca de Palacio Nacional.
A la misma hora Moreno Cárdenas se trasladaba a la Privada de Horacio #10 en la Col. Chapultepec para una entrevista con Joaquín López Dóriga. Allí dijo que está consciente que la medida es antipopular y que afecta a la economía de las familias.
También aseguró que anunciará medidas a seguir particularmente en Campeche y que pedirá a los diputados federales campechanos que se proponga disminuir el financiamiento a los partidos políticos a nivel nacional.
En los últimos días difundieron videos personales Cuauhtémoc Cárdenas, Andrés Manuel, Margarita Zavala, Ivonne Ortega, todos respondiendo a la injustificada pregunta “¿Ustedes qué hubieran hecho?”.
EL LLAMADO. El contexto no es favorable. Ya no hay retorno. No habrá retorno porque están dadas las circunstancias para que el país no regrese a la normatividad política. La tormenta se avecina perfecta en un año preelectoral que inició pronto y que alzó las navajas de la guillotina social, económica y política.
La sequía política busca alcanzar a todos y no hay voluntad para recuperar a la nación.
Como otros países, cuando México ha necesitado héroes los ha parido no los ha adoptado. Se debe poner atención en la revolución silenciosa que está haciendo la clase política profunda. Esa que gobernó al país en las últimas décadas del siglo XX, que no está libre de responsabilidades, pero se sumaron bajo la premisa de que el fin justifica los medios y ahora son marginados y ahora observan caerse a pedazos todo lo que construyeron.
O la clase política pensante de México se pone de acuerdo para lo esencial o no solo verán caer lo que edificaron, lo verán también desaparecer.
Que cada uno elija de qué lado de la historia quiere estar. No sobran las opciones, y la respuesta necesita urgencia.
Hay que lograr un consenso que ponga a México como la prioridad y no a partidos políticos que solo se diferencian del color.
Hay que ir por las instituciones, porque ellas han resistido a la república, porque las instituciones sostienen el peso de la nación. Hay que acotar al hombre y al nombre. Acotarlo para que el daño no sea mayor. Acotar al hombre y al nombre para recuperar lo posible y para que todo lo que toque no lo siga convirtiendo en cenizas.
Hay que diferenciar si no hay voluntad para recuperar el país o no quedan fuerzas para hacerlo, solo responder esta pregunta permitirá tener resuelto la mitad.
Lo que se avecina será crucial para la historia de México del siglo XXI, como crucial fue la independencia en el XIX y la revolución en el XX.
Todos tenemos grados de responsabilidad, solo observar nos hace responsables.