Raúl Sales Heredia

Pensé en hablar de los cambios del gabinete y qué repercusiones tendrían en nuestras vidas, pero mientras me tomaba un café tuve una plática con un amigo muy querido y mientras hablábamos de los cambios nos preguntamos no la forma en que estos cambios impactan en nuestra sociedad sino como nosotros lo hacemos dentro la misma. La respuesta, es a todas luces complicada, es una respuesta que va desde el no podemos hacer nada hasta, el me vale cacahuate quien está siempre y cuando realice su trabajo pues nosotros haremos el nuestro.

Mi opinión es que dentro de nuestro convulsionado país, quienes ostenten cargos donde se tomarán decisiones que repercutan en la mayoría sí tienen que ser probas y capaces de realizarlo buscando siempre lo mejor para nuestra sociedad pero, es lo que hagamos sin importar quienes toman las decisiones quienes haremos la diferencia.

No obstante, nuestro país debe transitar a un sistema meritorio donde mientras más preparado estés, mejores oportunidades tendrás. Esto, como en casi todo lo demás, depende de nuestra calidad de educación y en cambiar la forma en que se tiene acceso a ella, donde se dejaría de utilizar esa plataforma usada por muchos políticos que piensan que la necesidad es una forma de “control social” y que los “apoyos” son el pago de la prestación de un servicio y que después de ese “apoyo” ya no hay compromiso (aclaro que no creo en la generalización por lo que puedo decir que, no todos los políticos piensan igual).

Para que tengamos un sistema meritorio, no solo hablamos de capacitación y preparación sino de oportunidades de desarrollo personal y laboral, es decir, saber que el acto de valentía que implica iniciar un negocio donde no solo se apuesta el patrimonio sino el tiempo (que es invaluable) solo teniendo que cumplir con las reglamentaciones existentes sin tener que dar una “mochada” para que se haga más “fácil” y sabiendo que dependerá solamente de ti y no de si estás a favor o en contra de uno u otro funcionario o de un partido u otro y dedicarte a lo tuyo que es la generación y distribución de la riqueza a través de un negocio o dedicarte a escribir o pintar o hacer música que puede ser tu función en la vida pero que, en economías emergentes es complicado sobrevivir de la creación artística pues hay necesidades más apremiantes como el que voy a comer hoy.

La frase de “un pueblo sin cultura es un pueblo de rodillas” sigue siendo igualmente válida que cuando se dijo y es que para que se pueda desarrollar la cultura se debe primero que cumplir una serie de factores que, una vez satisfechas las necesidades básicas de vestido, techo, alimentación puedas dedicarte a tu cultura y en el momento en que se tiene cultura se tiene pensamiento crítico y ese tipo de pensamiento es la posibilidad de discernir entre lo bueno y lo malo, es ver los objetivos a largo plazo y no los del día de mañana en un acto de “supervivencia”.

Un sistema meritorio choca con un sistema partidista al menos de que los partidos políticos tomen en serio la postura de ser los aglutinantes de una ideología proveniente de la sociedad para la sociedad y ser puente de contacto y no barrera de acceso.

Aprovechándome de este espacio quiero felicitar a una mujer que cuando ya podía jubilarse decidió apostar por crear, que decidió que su vida, rica en anécdotas, en trabajo, en amigos aún no era la culminación sino apenas el inicio y creó y mejoró y ahora da empleo a más de cien personas y se dedicó en lo que debía ser su descanso después de una vida de trabajo a proveer educación para un mundo globalizado. La felicito por su cumpleaños y porque además de la admiración que le tengo como ser humano, la amo profunda e irremediablemente como hijo.

¡Felicidades mamá!