Proveedores y contratistas se muestran preocupados por el anuncio del recorte de hasta 50 por ciento de las actividades de desarrollo de campos, esto significa disminución en la inversión y aseguran que el retraso en los pagos de la petrolera estatal agrava el impacto en sus finanzas durante la crisis sanitaria actual por el Covid-19.

En los reportes financieros del primer trimestre de este año, Pemex reportó un adeudo a proveedores y contratistas por 180 mil 535 millones de pesos, pero esta cantidad debió aumentar en estos meses, ante la falta de pago que han visto este segmento, lo que ha generado molestia entre los empresarios locales que deben pagar nominas, impuestos y obligaciones patronales.

Pero las empresas más afectadas por esta situación son las que se desarrollan en campos de producción en aguas someras, una de ellas, la preferida de la cuarta transformación y consentida de los directivos de Pemex, la empresa Marinsa, entre otras más que aún con los recortes presupuestales están obligadas a cumplir con sus metas especificadas en los contratos.

Esta no sería la primera vez que en que Pemex deje de pagar a sus proveedores, pues algo similar ocurrió en 2018 y 2019 cuando la urgencia de proveedores y contratistas por cobrar facturas atrasadas hizo que la petrolera les ofreciera un esquema en el que las empresas tuvieran que pagar tasas de interés.

Los contratistas han solicitado información a las áreas de Finanzas y de PEP para conocer el momento en que se regularizarán los pagos, sin que a la fecha hayan obtenido respuesta.

Redacción.