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Associated Press
MADRID (AP) — El Real Madrid llegó tarde a la remontada y se quedó a un paso del milagro en la Liga de Campeones.
Los goles del francés Karim Benzema y Sergio Ramos en los 10 últimos minutos de partido dieron la victoria por 2-0 al club español, que se quedó el martes a una diana de completar una extraordinaria remontada. Pero Borussia Dortmund aguantó el envite, hizo bueno el 4-1 de la ida y se clasificó brillantemente con un global de 4-3 para la final del 25 de mayo en Wembley.
Su previsible rival en Londres será el Bayern Munich, que el miércoles definirá su eliminatoria en Barcelona con una ventaja parcial de 4-0.
El Madrid, ganador de nueve Copas de Europa, quedó fuera en semifinales por tercer año consecutivo y sigue sin visitar la final europea desde el 2002. El Dortmund encajó en el Bernabéu su primera derrota en esta edición del torneo y regresa a la final de la máxima competición continental por segunda vez en su historia. En 1997 se proclamó campeón tras imponerse a Juventus.
“El partido en la segunda parte ha sido una locura”, dijo el técnico alemán Jurgen Klopp. “Es un logro magnífico después de tantos años. Estoy muy orgulloso de mis jugadores. Son muy jóvenes y lo han hecho muy bien”.
“Ahora no nos conformamos con ser finalistas. Queremos ganar”, añadió.
El Madrid necesitaba un 3-0 para dar la vuelta al marcador, pero los goles llegaron casi con el tiempo cumplido. A los 83 minutos, Kaká habilitó a Mesut Oezil en la banda, y el alemán puso un centro al corazón del área para el inapelable remate de Benzema.
Cinco minutos después, con el Madrid a la desesperada, Ramos batió al arquero Roman Weidenfeller con un potente remate tras una jugada embarullada. A pesar de los cinco minutos de alargue que concedió el árbitro Howard Webb, el Madrid no encontró el tanto que faltaba para dar la vuelta a la eliminatoria.
“El Real Madrid no vive de casi, ni yo tampoco. No es mi filosofía no es mi cultura”, señaló el portugués José Mourinho tras lamentar la tercera eliminación consecutiva del equipo en semifinales. “El Madrid tiene que ganar (la Copa de Europa). ¿Cuándo llegará? No lo sé. Si es conmigo óptimo, si no es conmigo lo celebraré igual”.
Salvo el tremendo empuje final, los de Mourinho jugaron un partido irregular en el que fueron de más a menos.
El Madrid arrancó el partido interpretando a la perfección la partitura de toda buena remontada. En menos de 15 minutos dispuso de tres ocasiones clarísimas para anotar ese gol tempranero de la fe que inclina el campo cuesta abajo. Pero Weidenfeller tapó dos remates a bocajarro de Gonzalo Higuaín y Cristiano Ronaldo. Mientras que Oezil, libre de marca, disparó desviado dentro del área.
En los compases iniciales, el Dortmund perdió por lesión a su estrella Mario Goetze, quien se resintió de unas molestias musculares en una carrera y tuvo que ser sustituido.
El Madrid no pudo aprovechar la circunstancia. Tampoco supo convertir en gol sus ocasiones. Entonces, los decibeles de la grada disminuyeron y la euforia inicial dio paso a un partido más previsible. Mourinho apostó de inicio por Luka Modric y Xabi Alonso, pero con el Dortmund más asentado, los dos mediocampistas no encontraron a Cristiano, mientras que Angel Di María se dedicó a colgar centros que siempre acababan en las manos de un gigante Weidenfeller.
Si el Madrid falló al principio del encuentro, fue el Dortmund quien perdonó la sentencia al comienzo de la segunda parte.
Robert Lewandowski, autor de los cuatro goles en la ida, mandó incompresiblemente a las nubes un disparo franco dentro del área a los 49 minutos. Sólo un minuto después, culminó una rápida contra con un violento remate que se estrelló en el larguero.
El Madrid no encontraba soluciones. Con Oezil desaparecido y Cristiano sin entrar en juego, Mourinho realizó un doble cambio ofensivo a los 57 minutos. Kaká y Benzema sustituyeron a Fabio Coentrao e Higuaín.
Funcionó, pero tarde.
Con el Madrid volcado, pero sin ocasiones de gol, los contrataques del Dortmund comenzaron a ser letales. Marco Reus trazó un pase perfecto para Ilkay Gundogan, cuyo remate casi dentro del área pequeña fue detenido en una estirada espectacular de Diego López.
“Entramos muy fuertes, con intensidad altísima, tanto en la presión como en la circulación del balón. Cuanto más pronto marques el primer gol, más tiempo tienes para remontar”, explicó Mourinho. “Hemos fallado oportunidades importantes y después en el segundo tiempo arriesgamos todo, jugando contra un equipo que es más rápido que nosotros”.
Mourinho retiró a un cansado Alonso para dar músculo y pulmón a su media con Sami Khedira. Sin embargo, la gesta de la remontada empezaba a verse demasiado lejos y comenzó a notarse en el ritmo de partido.
Cuando todo parecía perdido, el envión final con los goles de Benzema y Ramos disparó la ilusión del Bernabéu. El Madrid, agotado físicamente, puso todo el corazón, pero se quedó en la orilla al no poder culminar la remontada en el alargue.
“En ese momento, cuando el Madrid anotó el segundo gol, pensé; si Dios quiere llegaremos a la final, y si no quiere, no”, relató Klopp. “No estaba asustado, porque sabía que el Madrid podía hacerlo”.
Klopp y Mourinho se quejaron de la actuación de Webb. El portugués reclamó tarjeta roja por una mano no señalada del central Mats Hummels. Mientras que el alemán aseguró que el árbitro toleró un juego excesivamente duro de los futbolistas del Madrid.
En cualquier caso, técnicos y jugadores coincidieron en que la clave de la serie fue el partido de ida en Dortmund.
“La verdad es que es una pena. Se puede perder, pero que cuando perdamos sea mostrando esta versión. Si hubiéramos salido en Dortmund la mitad que hoy”, lamentó Ramos.