Donald Trump tiene a la NBA entre ceja y ceja. La ola de protestas generalizada en todo el deporte profesional estadounidense partió de Orlando, desde la Burbuja donde los Bucks se plantaron y se negaron a jugar su partido ante los Magic a raíz del caso Jacob Blake.

Lejos de calmar los ánimos con la comunidad afroamericana y el colectivo de jugadores de la NBA, el presidente de los Estados Unidos se fue contra ellos. “No sé por qué protestan los jugadores de la NBA. Lo que sí sé es que las audiencias les van fatal”.

Trump, que ha criticado el comportamiento de los jugadores por arrodillarse mientras escuchan el himno nacional, cree que la NBA ha olvidado sus verdaderas raíces y se ha convertido en una organización que se dedica a mandar mensajes políticos.

“Creo que la gente está cansada de la NBA porque se ha convertido en una organización parapolítica, y no creo que eso sea bueno ni para el deporte ni para el país”.

Agencias.