Una de las tragedias más tristes de la vida fue estelarizada por Marisa Moreno Bernat, nieta del difunto Mario Moreno “Cantinflas”, luego que fura hospitalizada hace unos días tras recibir brutal golpiza por parte de su marido, quien tras cometer la infamia escapó de la Ciudad de México, dejando a su pareja inconsciente en su casa y con 200 fracturas en el rostro.
Ayer, el padre de la joven, Mario Moreno Ivanova, declaró que ésta ya está en casa tras superar la etapa de peligro y que las autoridades federales arrestaron al culpable, Alain Meder, de 31 años de edad y de origen francés, quien ya se encuentra preso en el penal de Barrientos por los delitos de violencia de género, lesiones en tercer grado, tentativa de homicidio y otro, “por lo que de que se queda se queda”, además que todavía no inicia su proceso, el cual tardaría hasta seis meses”, delcaró el hijo del mimo.
De acuerdo con Ivanova, desde el inicio de la relación nunca dio el visto bueno para el joven, quien le pareció muy agresivo y posesivo, “le dije a mi hija que no me gustaba, pero se encaprichó y se casaron, posteriormente supe que en ese matrimonio había violencia verbal, física y que no se llevaban bien, pero nadie me apoyó para convencer a Marisa que lo dejara”, comentó en un programa radiofónico.
Relató que él empezó a darse cuenta que su hija no la pasaba bien con este tipo, “le notaba moretones en los brazos y me decía que se había pegado con tal de no aceptar la agresión”.
Mario Moreno Ivanova precisó que su hija se recupera satisfactoriamente, en lo físico, aunque están a la espera que se desinflame para realizarse una operación reconstructiva, ya que tiene más de 200 fracturas en su cara en lo que son pómulos, en la nariz, una órbita de un ojo y varias fracturas múltiples.
También dijo que psicológicamente está muy inestable “tiene altibajos, ya que entra en depresión, llora y se ríe, está desbalanceada totalmente, por lo que iniciará terapia con psiquiatras y psicólogos de la PGR”.
Sobre el caso, dijo que confía en que la PGR deje caer el rigor de la ley al agresor, “hay pruebas suficientes para culparlo, empezando por los amigos que la encontraron en su casa boca abajo y ahogándose en un charco de su propia sangre, mientras que el agresor se escapaba del edificio al bajar 15 pisos por las escaleras, están los videos de seguridad del edificio que servirán para que los ministerios públicos lo tomen como prueba”, señaló.
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(Foto: Vanguardia)