WILMER DELGADO ROJAS
ROXANA V. CAMPOS
ROBIN CANUL
REDACCION@MULTIMEDIOSCAMPECHE.COM
Ninguna fuerza será capaz de romper la tradición. El fin de semana, miles de familias campechanas preservaron la conmemoración de Día de Muertos con la tradicional preparación del pibipollo y los dulces típicos.
En numerosas partes de la ciudad y del estado lo mismo amas de casa que familias enteras participaron en la preparación del platillo recurriendo a las viejas costumbres o bien recibiendo el apoyo de panaderías para hornear el platillo típico. EL EXPRESO estuvo además en zonas del Camino Real para atestiguar su preparación. Cada año, un factor que juega en contra es el alza de los ingredientes, pero aún así la ocasión familiar es única.
Doña Socorro vive en uno de los barrios más antiguos de Campeche, en San Francisco. Ella prepara pibipollos todos los años y mientras lo hacía platicó con este rotativo. Dijo que a lo largo de los años el platillo es cada vez es más caro y que tan sólo un pibipollo para cuatro personas cuesta entre 400 a 500 pesos, cuando antes costaba apenas 100 pesos.
La señora preparó 20 pibipollos y gastó un poco más de 4 mil pesos en todos los ingredientes. Afirmó que un día antes del primero de noviembre todos los vendedores tanto del mercado como de las grandes tiendas subieron sus precios hasta el doble de lo que costaban una semana antes.
De igual forma dijo que el enterrarlos es por tradición, pero que ahora más bien es por economía, toda vez que el gas sale más caro y se gastarían hasta tres tanques horneando la cantidad que ella prepara.
La señora ‘Coca’, conocida en el barrio por sus ricos dulces y guisos, para esta fecha también hizo pibipollos pero en esta ocasión en menor cantidad que el año pasado, pues la economía no le dio para más. “Es mucho el esfuerzo que se tiene que hacer para prepararlos y no perder la tradición”, dijo. Adelantó que si bien sus nietas pequeñas se emocionan en ayudarla para seguir con la tradición, si los precios siguen así en dos años ya casi nadie podrá prepararlos.
Las familias Tamay-Coba y Can-Moo también se esmeran por mantener la tradición, aunque de manera diferente. La primera preparó el pibipollo de manera horneada, mientras que la segunda opta por enterrarlos, que es la manera más tradicional.
Las señoras Yolanda Tamay y Candelaria Coba, que tienen 50 y 60 años preparando los tradicionales pibipollos de manara horneada, defienden que debe seguir la tradición.
La señora Candelaria Coba que heredó el arte de hacerlos de su padre y que lo seguirá mientras Dios le de vida. La familia empieza a prepararlo con una reunión de familias para ver qué se va hacer. Siempre enfatizan que los pibipollos son para honrar a las almas de los familiares que ya no están.
Las familias Can Moo y Chable Can mencionaron que su técnica de realizar sus pibipollos es de la manera mas tradicional. Dijeron que si se pierden las tradiciones es porque las nuevas generaciones ya no son las mismas, pues van teniendo profesiones y ya no se van involucrando en ese arte. Dijeron que ahora son pocos los jóvenes que continúan con la labor de hacer los pibipollos.
La señora Gloria dijo que desde un día antes se empieza con la preparación cocinado del guiso por alrededor de cinco horas.
GUISO ESPECIAL
“Cada año los invitamos a disfrutar lo que en vida preservaron. Es nuestra responsabilidad transmitir todo a las siguientes generaciones”. Así habla Don ‘Pajaro’ Cen Canul, de 72 años, entrevistado en el poblado de Tinún, de la junta municipal de Tenabo. “Aunque a algunos no les interesa aprender, tratamos de explicarles la importancia de nuestras tradiciones”, dice el campesino. En Tinún se dan cita cientos de personas para visitar a sus familiares. En esta zona se entierran hasta 20 pibipollos por familia y también están abiertas las puertas para quien quiere pasar a compartir esta celebración.
“Aquí no hay pierde: o se hacen las cosas como nuestros antepasados o no sabe igual. En una ocasión, mi difunto padre se fue a Veracruz a cocinar pibipollos y cargo piedras de sintún, sus ramas de pixoy y todos los ingredientes originales. Ya lo habían intentado cocinarlo con piedras jarochas, pero resultó como una balacera, pues las piedras explotaban en altas temperaturas, no sirven para eso”.