HÉCTOR ZAVALA
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Con botellas, piedras y hasta machetazos se enfrentaron noche del sábado personas originarias de Guanajuato y Yucatán en la colonia Lázaro Cárdenas, en el poblado de Kila, Lerma, dejando como saldo al menos dos heridos.
El enfrentamiento ocurrió entre las calles 24 y 26 del mencionado poblado, luego de que varios sujetos que se encontraban bajos los estragos del alcohol armaran tremenda trifulca por viejas pugnas
Al lugar llegaron dos unidades de la PEP –la 245 y 197- pero increíblemente no detuvieron a nadie hasta que los vecinos y las vecinas les exigieron llevarse a los escandalosos.
Según uno de los afectados retenido por los elementos de la PEP aún bajo los efectos del alcohol -Jesús Pérez, dijo llamarse-, esta es la tercera ocasión en que les es sustraído el diesel a un camión de la CFE, placas del estado de México KY-14-720, el cual tiene a su cargo, ya que realiza trabajos para la citada compañía.
El sujeto acusó a los otros hombres, quienes trabajan como alarifes del Country Club.
El reclamo por el presunto robo originó la discusión y posteriormente el enfrentamiento dejando herido a Nicolás Koh Can, de 29 años, conocido como “El chayan”, quien fue llevado por paramédicos de la Cruz Roja al Hospital de Especialidades Médicas debido a las heridas que sufrió en la cabeza con un machete.
También fue aprehendido José Koh Can, de 27 años, quien sufrió lesiones leves y hemorragia en la nariz.
A ambos bandos no les importó que en esos momentos se realizara un novenario en plena vía pública, sobre la calle 26, en el que se encontraban personas de edad avanzada y menores de edad, las cuales al ver que salían volando las botellas de vidrio, piedras y machetazos, interrumpieron el acto religioso.
También fue dañada la puerta derecha de una camioneta Honda CRV, propiedad de una mujer que en esos momentos se encontraba en el novenario.
Desde que arribaron al lugar los uniformados se vieron superados, por lo que optaron por retirarse del lugar estacionándose cuadras adelante.
Fue después de casi 35 minutos -cuando ya todo estaba en calma- cuando Jesús Pérez, uno de los agresores, reanudó el pleito y, entonces sí, la unidad 197 procedió de inmediato a retenerlo.