EDGAR ICTHÉ VILLALFAÑA
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Después de ocho días de haberse salido de la casa de Andro Martínez Montero, quien era su pareja y la maltrataba, Doris del Carmen Vargas Amezcua logró recuperar a su hija de mes y medio después que fue sacada del predio ubicado en la unidad habitacional Kalá, por una orden girada por un juez en materia familiar.
El lunes 16 de febrero, Vargas Amezcua logró huir del predio de el sujeto, ubicado en la calle Tulum, lote Cunduacán; ahí, Andro la tuvo un año encerrada y maltrataba física y sicológicamente de manera constante.
Al salir del predio, la mujer acudió ante el Centro de Justicia para Mujeres (CJM), donde levantó una denuncia por lesiones. De igual manera se interpuso una demanda ante el Juez Familiar, misma que se llevó a cabo dentro del expediente 80/14-15/AFO-7, para recuperar a su hija, pues al huir no se la pudo llevar y el padre se rehusaba a entregársela.
Tras concluir el juicio sumario civil de garantía y custodia respecto a la menor, se llevó a cabo la diligencia a favor de la madre de la niña de un mes y medio de nacida.
Cuando acudió la autoridad judicial en compañía del personal del CJM a recuperar a la pequeña, familiares de Martínez Montero se negaron a entregarla. Sin embargo, al llegar el padre y abuela de la bebecita no les quedó otra opción que acatar el mandamiento y entregarla a las autoridades, quienes a su vez la devolvieron a los brazos de Doris.
La autoridad acudió al Centro de Justicia para Mujeres con la madre, la menor y Martínez Montero para valorar el estado de la bebé, misma que, por no estar con su madre, no pudo ser amamantada como regularmente se hacía.
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Filiberto Pinzon