Wilmer Delgado Rojas
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El matrimonio entre un hombre y una mujer es un gran misterio, pues al unirse los dos forman un solo cuerpo, mencionó en su misa dominical el Obispo de Campeche, José Francisco González González.

Ante una Santa Iglesia Catedral llena, el religioso señaló en su eucaristía que el matrimonio fundado entre un hombre y una mujer, al unirse, forman un mismo cuerpo, por lo que ya no serán dos sino una sola carne.

Indicó que hoy en día existe una mentalidad “divorcista”, pues el divorcio ha tomado connotaciones importantes inclusive desde el punto legal, sin embargo, resaltó que la vida espiritual es lo que hace que la palabra de Dios siga siendo eficaz.

Coincidió con el Papa Francisco en que las personas “ya no queremos un matrimonio estable, sino
un matrimonio rodable, de a ratos,
de a tiempos, de momentos, de circunstancias”, pero dijo que la fórmula en ello es aceptar a las personas independientemente de las circunstancias.

Asimismo, lamentó que Jesús se está quedando sin cuórum, y ante ello “cualquiera hubiera cambiado su discurso porque se le está yendo la gente, pero Jesús no cambia su discurso sino reta a sus discípulos”.

Por último, Monseñor destacó que lo primordial para Jesús no es el número ni un mitin apantallante, sino corazones fieles que crean en su palabra.