Hace unos días, y después de siete meses, la mezcla mexicana de petróleo por fin superó la barrera de los 40 dólares por barril.

De hecho, los 42.437 dólares por barril del miércoles 26 de mayo es el mayor precio que se ha pagado en lo que va del año. La recuperación ha sido lenta, pero constante desde que el 20 de enero se tocó fondo con una cotización de 18.90 dólares por barril. Desde entonces ha repuntado 101 por ciento hasta los 38.03 dólares con que cerró el viernes pasado.

Sin embargo, en amplio reportaje, el diario Milenio publicó que, a pesar de este repunte, el desplome de los precios internacionales del crudo, que inició a mediados de 2014, no tiene vistas de terminar pronto. La cumbre de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) realizada el 2 de junio en Viena, Austria, concluyó sin un acuerdo para reducir la producción. La próxima reunión se realizaría en septiembre o noviembre.

Además, reducir la producción podría no ser suficiente, pues no resolvería el problema de fragilidad en la demanda, donde radica gran parte de la baja dinámica de la economía mundial, a pesar de que ha mostrado un aumento gradual en los últimos meses, explicó el diario capitalino.

De acuerdo con la Agencia Internacional de Energía, la demanda mundial de crudo cerrará 2016 en 96.87 millones de barriles diarios, un crecimiento de 1.43 por ciento desde los 95.50 millones con que finalizó un año atrás, lo que ha contribuido a la recuperación de precios.

Sin embargo, hay factores externos al mercado petrolero que afectan, como el referendo que llevará a cabo Reino Unido el 23 de junio para decidir su permanencia en la Unión Europea (el llamado Brexit), que tiene nerviosos a los mercados y empujó a la baja los precios internacionales de crudo la semana pasada.

Mientras tanto, los países (y ciudades) con economías que dependen en mayor o menor medida de petróleo sufren en el día a día el desequilibrio en el mercado.

“Así como hablamos del boom automotriz y del Bajío y allá todo son buenas noticias, en las zona petroleras como Campeche y Tabasco las historias son distintas, la población lo está pasando mal”, señaló a Milenio Rubén Cruz, socio líder de Energía y Recursos Naturales de la consultora KPMG en México.

Una de las muestras es Ciudad del Carmen, Campeche, donde la suspensión de trabajos de exploración y perforación de nuevos pozos y la cancelación de contratos a empresas mantienen apagadas 73 plataformas, de las cuales 65 eran alquiladas por Pemex al sector privado.

“Es una de las crisis más complicadas que hemos tenido en el sector, no solo de Ciudad del Carmen ni del país, sino a escala global”, afirma Luis Fernando Rueda Flores, del Corporativo Industrial y Comercial, que ofrece servicios de logística terrestre a Pemex en esa ciudad.

IMPACTO GENERALIZADO

El diario Milenio señala que en la puerta de entrada a la Sonda de Campeche, el impacto por la caída de los precios del petróleo ha golpeado a todos por igual. Contratistas, hoteleros, restauranteros y bares, taxistas y hasta vendedores callejeros. Nadie se libra del drama en la ciudad fundada en 1717, antiguo refugio de piratas, bastión militar y hasta cárcel.

Fuentes del sector aseguraron a ese rotativo que en 2015 trabajaban en la Sonda de Campeche 25 mil 500 personas, pero con datos de abril de 2016 suman 16 mil 626. Solo los de Pemex han sufrido un recorte de 5 mil 500 el año pasado, a 4 mil 83 este año.

“Si a los trabajos directos sumamos los indirectos, el número de empleos desaparecidos en Ciudad del Carmen es de 35 mil”, aseguró Javier Hurtado, propietario de empresas de servicios de consultoría y
capacitación.

Pedro Pablo Cajún, copropietario de Mariscos Pablo, un restaurante familiar del malecón que tiene 25 años, explica que a su establecimiento asistían regularmente directivos y trabajadores que, en los últimos tiempos, se esfumaron, por lo que tuvo que prescindir de 10 empleados. “Muchas empresas han cerrado o han recortado muchísimo personal”, se lamenta.

Los empresarios locales reclaman al gobierno incentivos fiscales y a las compañías extranjeras ganadoras de la primera ronda de licitación de contratos de exploración y extracción de hidrocarburos en aguas someras, que los tomen en cuenta.

“En esas entidades han anunciado medidas para reactivar en empleo, pero lo que más va a ayudar a esas regiones es la recuperación del precio del petróleo para que se den actividades de inversión”, especificó Rubén Cruz.

La situación se repite en otras entidades petroleras del país. El especialista de KPMG confía en que hay una paulatina recuperación de la cotización del crudo hacia finales de año. Sin embargo, considera que el mercado petrolero mexicano debe adaptarse a la nueva realidad de menores precios.

“Esperaríamos que la recuperación siguiera y que pudiéramos cerrar el año en niveles de 60 dólares por barril. Ese precio sería un escenario positivo”, afirmó a Milenio.

“En los últimos 30 años el precio promedio de la mezcla mexicana ronda los 35 dólares. Si hoy estamos en 40, estamos lejos de la burbuja de los 100 dólares, pero arriba del promedio de México y lo que hay que hacer es un plan de negocios que sea viable a un precio promedio de 40 o 45 dólares, y si el precio va para arriba será en beneficio primero de Pemex y después de los otros participantes”, añadió.

Redacción
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