Desde Anuar Dager Granja hasta Landy Berzunza Novelo, y desde Omar Talango Cervantes hasta Raúl Pozos Lanz, pasando por Armando Toledo Jamit y toda una larga lista de exfuncionarios priístas, la gran mayoría llevados a la cúspide de su carrera en la administración estatal priísta de Fernando Ortega Bernés.

Todos ellos, sin olvidar a muchos panistas e incluso del entonces Nueva Alianza, como Arturo Aguilar Ramírez y José Guzmán Chi, participaron ayer con gran entusiasmo y presumiéndolo en sus redes sociales, sin ningún tipo de pudor, en el proceso interno de renovación de los consejeros morenistas.

Un proceso interno que en nada hace “extrañar” a los viejos tiempos de lo peor del PRI, ese PRI de antes de su debacle electoral en el 2018: con acarreados, compra de votos y obligando mediante amenazas y preciones a todos los servidores públicos, desde policías hasta médicos, desde analistas hasta jefes de departamento y mandos medios.

Así se hizo público en redes sociales, donde sobraron las denuncias de ciudadanos que estaban siendo obligados a participar. Otras denuncias más llegaron de las comunidades rurales, en algunas de las cuales se vieron largas filas para ir a votar, pero bajo la amenaza de perder sus apoyos o programas sociales.

Entre ellos se cuentan a muchos adultos mayores, que ni sabían a dónde iban o a qué, o cómo tenían que votar.

Lo peor de todo es que los morenistas se vieron desdibujados en la jornada morenista. Los más, eran viejos expriístas o priístas que incluso aprovecharon para registrasrse oficialmente en Morena, además de panistas, aliancistas y otros tránsfugas de diversos partidos.

El nuevo show morenista, fue para elegir a 10 hombres y 10 mujeres que representarán a todo su padrón en su Congreso nacional.

Redacción.

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