Karla Gelisle Sánchez Sosa llegó como una de las partes afiladas de la estaca del Gobierno de Morena en contra de exfuncionarios de la anterior administración, y como el mejor ejemplo de un gobierno inclusivo que hacía titular de una Secretaría a una persona con discapacidad. Hoy se va defenestrada en un polémico movimiento del gabinete en medio de fuertes rumores de nepotismo nunca antes visto al interior de la Secretaría de Desarrollo Territorial, Urbano y Obras Públicas (Sedetuop).

Ayer, la gobernadora Layda Sansores nombró a su reemplazo: Isabel Espinosa Segura, excandidata del PVEM a la alcaldía de Carmen.

Karla Gelisle fue una de las primeras tiradoras del Gobierno laydista, al exhibir las corruptas obras de Ciudad Administrativa del exgobernador Carlos Miguel Aysa, hasta que pactó con el Gobierno de AMLO y lo nombraron embajador, momento en que la titular de Sedetuop perdió todo su protagonismo.

Desde entonces, Karla Gelisle se vio involucrada en rumores diversos. El último fue un grave nepostimo, pues se dijo que metió a indeterminado número de amigos y familiares a la nómina.

Pero Sansores no le quitó todo. Sólo la degradó y le inventó el cargo de titular de la Unidad de Vinculación con Obras Federales.

El cese de Sánchez Sosa se da apenas un año después del inicio del actual gobierno, y es el segundo ajuste en el gabinete de Layda, luego de que a Carlos Martínez Aké también le fuera quitada la Secretaría de Bienestar y compensado con la Delegación de los Programas Federales de Desarrollo.

La hoy extitular de la Sedetuop carecía de experiencia para ese cargo. Fungió un año como presidenta del Colegio de Arquitectos y antes tuvo empleos diversos fuera de la administración pública y muy lejos del sector de obra pública.

Wilmer Delgado.

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