Como parte de las fiestas patronales, la mañana de ayer se llevó a cabo el Paseo por Tierra del Cristo Negro Señor de San Román, por las calles de este tradicional barrio para bendecir a las familias campechanas, en el marco del 457 aniversario de la llegada de la imagen.

Desde temprana hora, se ofició la misa de aurora presidida por el Obispo José Francisco González González, ante la presencia de decenas de católicos que madrugaron para venerar al “Negrito” de San Román.

Al término del culto, los custodios se encargaron de bajar al Señor de San Román de su altar para prepararlo y colocarlo en el vehículo que lo trasladaría durante su procesión; a las afueras del Santuario, algunos feligreses esperaban afuera cantando alabanzas.

A diferencia de otros años, por el tema de la contingencia sanitaria la procesión fue diferente, este año la procesión regresó a la normalidad, pues nuevamente se observó a cientos de fieles católicos acompañar a pie a la imagen.

Fieles no sólo de Campeche, sino también de Yucatán, se dieron cita desde muy temprano para participar en este gran momento, entre ello, los peregrinos de la Virgen del Buen Viaje que, como cada año, rindieron el homenaje de amor al Rey de Reyes.

Los gritos de “¡Viva el Cristo Negro!” se hicieron escuchar en todas las calles del barrio de San Román, con algunos feligreses que salían de sus casas para observar al ‘Negrito’ que pasaría en la puerta de sus viviendas, mismas que estaban decoradas con globos de colores y diversas flores, desbordando así su fe.

El recorrido inició en la calle Bravo y luego dobló hacia la calle 12, donde continuó hasta llegar a la escuela primaria ‘López Mateos’, para girar sobre el Circuito Baluartes y entrar por la calle 8, pasando por el Congreso del Estado, el Palacio Municipal y Palacio de Gobierno, donde los cánticos se escucharon más fuertes.

El contingente continuó sobre la calle 8, pasando por la Puerta de Mar, hasta dirigirse al Parque Principal y doblar sobre la calle 55; el destino era la Catedral de Campeche, donde se le puso incienso y, desde ahí, el Cristo Negro bendijo la ciudad.

Posteriormente, la procesión tomó la calle 10 hasta pernoctar al Santuario de San Román. Al frente del contingente, como fiel custodio y colaborador honorario, iba el Obispo José Francisco González González, quien iba seguido de un centenar de fieles que acompañaron a la bendita imagen en su recorrido y que cerró con una misa en el atrio del Santuario de San Román.

Redacción.

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