Se necesita la ternura de la Virgen de Guadalupe para no tener un corazón de piedra en estos tiempos que vivimos de divisionismo, egoísmo y diálogo en la familia, declaró en homilía el padre del Santuario de Guadalupe, Ramón Jesús González Ortiz.

Los festejos guadalupanos concluyeron ayer con las mañanitas que desde la madrugada se rebosó la iglesia de católicos campechanos, como de peregrinos que durante el día se fueron yendo a su lugar de origen, para regresar el próximo año.

Durante el día de ayer se pudo ver que madres campechanas acudieron al santuario diocesano mariano a visitar a la virgen vestidos de Juan Diego, otros con el bulto de la virgen en mano para bendecir la imagen.

Durante la homilía del mediodía, el religioso que ofició la misa, manifestó que en estos tiempos difíciles que está viviéndo Campeche y México la virgen de Guadalupe nos sigue hablando con ternura, para que seamos nosotros, ya que somos el templo del espíritu santo y no hemos podido limpiar ls casa donde habita el señor, la cual está llena de división, problemas y de ingratitudes.

Comentó que incluso en nuestra misma casa donde vivimos ya no nos hablamos, no nos juntamos para la navidad, ahora todo es pleito por cuestiones que no valen la pena, está el divisionismo, incluso en la vida política.

Agregó que debemos dar gracias que la virgen de Guadalupe no está de visita en México, sino que ésta vino a vivir con nosotros, porque además ella sabe cuánto hemos llorado, la pobreza que se vive, las enfermedades y problemas que han pasado por la reciente pandemia de Covid-19.

Manifestó que los hijos ya no abrazan a sus padres, no dan cariño, ahora son corazones de piedra, pero  necesitamos la ternura de la virgen María de Guadalupe.

Finalmente, señaló que tenemos que disponer el corazón, la mente y, nuestro ser para aprender amar como la virgen nos ama.

Wilmer Delgado.

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