Se hacen bolas en el nido del Águila

Deportes, Miércoles 29 agosto, 2012 a las 9:22 am

Agencias

A partir del teléfono descompuesto al que juegan las Águilas a través de los medios, Miguel Herrera y  El Chucho Christian Benítez hacen acto de presencia en la salita de conferencias del Nido de Coapa. Ahí, el estratega lleva la mano. Atiende cuestionamientos, niega y reniega hasta el hartazgo el asuntito del famoso penalti errado por el ecuatoriano, para dejar en claro que en el América no hay problemas y, en dado caso, el mismísimo Piojo resolverá a partir del manchón penal.

La confusión parte de que en la cancha, al momento de la ejecución, ya no estaba el tirador oficial, Daniel Rolfi Montenegro. Dada su ausencia, por sustitución, nadie sabía quién debía tirar. Y aunque el técnico azulcrema instruyó para que dejaran cobrar a Rubens Sambueza, El Chucho se tuvo fe y todos -incluido  El Piojo- lo dejaron tirar.

Aclarado el punto que no hubo indisciplina, al inicio de cada encuentro acordarán a los tres tiradores amarillos: “Fue idea de Chucho, antes de que empiece el juego el pateador es fulano y pondremos tres. Ya si no lo centraré y lo patearé yo”, bromea Herrera, convencido de la urgencia de restarle dramatismo.
Ante el recuerdo de la polémica conferencia al término del partido, en la que Miguel criticó a su jugador por desobediente, ahora modifica el discurso y padece amnesia delante de los contrariados reporteros.

“Benítez sabía que no tenía que patear los penales. No pasa por confianza, de seis penales ha fallado cuatro. Ya se lo dijimos y seguro lo tiene que entender. Desde antes se había tomado la decisión, pero tenemos que obedecer lo que se dice”, reprochó Herrera el sábado. Hoy el discurso es otro: “El tirador oficial era Rolfi, no estaba en la cancha y yo decidí y le grité a Rubens que lo pateara, pero los compañeros hablaron con Chucho, él se tenía confianza y ningún problema. Todos teníamos la idea de que Chucho lo iba a hacer”, matiza.

“A mí lo que más me gustó es ver al grupo acercársele y decirle no pasó nada, y no pasó nada. Nos ha hecho miles de goles, tenemos al mejor centro delantero de México, por el que más se preocupan los rivales”, acentúa, al tiempo de asegurar que con Aquivaldo Mosquera tampoco hay líos: “Si quieren me pongo un micrófono en los partidos para que oigan todo lo que se dice”, desafía Miguel, cual genio y figura.