Associated Press
NUEVA YORK (AP) — Los antecedentes favorecen ampliamente a Novak Djokovic y Rafael Nadal para que los dos primeros del mundo se midan en la final del Abierto de Estados Unidos.
Pero ninguno se atreve a pensar aún en ello: entienden que sus rivales el sábado en las semifinales —Stanislas Wawrinka y Richard Gasquet— pueden amargarles la vida.
Gasquet y Wawrinka intentarán impedir lo que se perfila como inevitable, que Djokovic y Nadal se citen en la final de Nueva York por tercera vez en cuatro años. Nadal ha ganado 12 grandes, mientras que Djokovic suma seis. Ambos han conquistado el US Open una vez, con Nadal venciendo a Djokovic en la final de 2010 y el serbio devolviéndole gentilezas al español el año posterior en la misma instancia.
Djokovic domina 12-2 el historial frente a Wawrinka, triunfante en los últimos 11 enfrentamientos. El más reciente fue en enero por los octavos de final del Abierto de Australia, sellado con un 12-10 en el quinto set y con tal vez el mejor match point de la temporada.
“Es sin duda uno de los partidos más vibrantes que he disputado en mi vida”, dijo Djokovic.
Al menos Wawrinka tiene la noción de que alguna vez ha derrotado a Djokovic en el circuito profesional. Gasquet se ha topado 10 ocasiones con Nadal y en todas ha perdido.
Gasquet, sin embargo, tiene la anécdota de que venció a Nadal en un torneo infantil, Les Petit Aces. Un vídeo de aficionado del partido muestra a los dos en ese duelo, cuando tenían 13 años. Se aprecian varias de sus características actuales, la derecha de Nadal para el efecto de topspin en su devolución y el revés a una mano del francés.
Cuando un periodista le preguntó a Nadal sobre un posible duelo con Djokovic, el número dos del mundo frunció el rostro y le recordó que Gasquet representa peligro: “Es un jugador completo, que está jugando más agresivo que antes. Ahora juego más dentro de la pista. Eso hace que sus golpes sean más dañinos ante los rivales y con un tenis más efectivo”.
Gasquet y Wawrinka, octavo y noveno cabeza de serie, respectivamente, pelotearon juntos el viernes en una cancha de práctica de Flushing Meadows. Los dos podrían haber reflexionado sobre este 2013, un año en el que ambos han dado un paso adelante en sus carreras. Ambos apelan al revés a una mano, un elegante golpe en supuesto peligro de extinción.
De 28 años, Wawrinka siempre ha estado a la sombra de su compatriota suizo Roger Federer. Pero alcanzó su primera semifinal de un grande tras destronar al campeón vigente Andy Murray en un partido en el que no dejó que su oponente tuviese una sola oportunidad de quiebre.
Lejos de amilanarse por la derrota ante Djokovic en Australia, Wawrinka encontró inspiración: “es la clave de mi temporada”, dijo.
Mientras Djokovic y Nadal han tenido que navegar cuadros fáciles para alcanzar el último fin de semana del torneo, Wawrinka tuvo que derrotar desde el arranque a jugadores que han estado o se encuentran entre los 15 mejores del ránking, incluyendo a Radek Stepanek, Ivo Karlovic, Marcos Baghdatis y Tomas Berdych.
Tanto Wawrinka como Gasquet han tenido un cambio de mentalidad, ahora más incisivos para afrontar los partidos. Pueden acreditarlo a la ayuda de nuevos entrenadores.
En el caso de Wawrinka con el sueco Magnus Norman, un ex número dos del mundo. Gasquet, quien viene de ganar dos partidos seguidos que se fueron al máximo de cinco set, recibe los consejos de su compatriota Sebastian Grosjean y el italiano Riccardo Piatti, éste último ex técnico de Djokovic.
Eterna promesa del tenis francés, Gasquet no alcanzaba una semifinal de un Slam desde el Wimbledon de 2007, donde sucumbió ante Federer. Su carrera se vio frenada por lesiones y hasta el escándalo de 2009 en el que dio positivo por cocaína. El francés ganó una apelación en la que pudo explicar que la droga entró a su organismo al recibir el beso de una mejor en un club nocturno de Miami.
“He visto el video varias veces en YouTube. Me veo jugando contra él, ganándole a Rafa, a veces no me lo creo”, mencionó Gasquet entre risas sobre ese partido en el que venció a Nadal cuando tenían 13 años. “Recuerdo que gané 6-4 un set y ahí le dije a mi padre: ‘Es un gran luchador’. No es mentira, es cierto. Y ahora es uno de los mejores de la historia”.
“Fue lindo ganarle en los Sub14, pero es mejor hacerlo como profesional. La vida es larga. Apenas tenemos 27 años… Así quién sabe, ya veremos”, dijo Gasquet.