
Pesquisas. Peritos de la Procuraduría acudieron al sitio de la fuga y lo cerraron, pero hasta ahora no saben quién es el dueño.
EDGAR ITCHÉ VILLAFAÑA
REDACCION@MULTIMEDIOSCAMPECHE.COM
Mientras la Procuraduría general de Justicia del Estado (PGJE) afirmó que apura las pesquisas para hallar a los responsables de la fuga de un cilindro de gas que mandó al hospital a 54 personas, autoridades del Centro Estatal de Emergencias (Cenecam), Protección Civil Municipal y Secretaría de Salud (SSA) demostraron su falta de capacidad y de eficacia ante una situación de emergencia como la del pasado lunes.
En conferencia de prensa, los funcionarios encargados de dichos organismos fueron cuestionados por los diversos medios de comunicación respecto al accidente y a su capacidad de respuesta, donde se pudieron ver graves vacíos que pueden poner en riesgo la seguridad y bienestar de los ciudadanos ante una situación de mayor peligro y que pudiera ser evitada con acciones concretas.
El director de Protección Civil municipal, Erber Cohuó, reconoció que no se tiene el nombre del propietario, ni la obligatoria licencia de funcionamiento ni los permisos de uso de suelo respectivos de la chatarrería en que se dio la fuga del gas que dejó decenas de personas envenenadas.
Luego de decir que todos los papeles están en regla pero que no los tenía a mano, el funcionario municipal aseguró que el organismo a su cargo realiza constantes verificaciones, lo que quedó en evidencia que fue falso.
Después, la directora del Cenecam, Gloria Gutiérrez Ocampo, incluso dio “Gracias a Dios que la situación no pasó a mayores”, pero evidenció que el personal de la dependencia a su cargo carece de los elementos mínimos necesarios para el manejo de sustancias tóxicas.
La funcionaria estatal aseguró que sus elementos llegaron con mascarillas de gas y guantes protectores, lo cual EL EXPRESO, que estuvo en el lugar de los hechos, corroboró que no fue así, pues utilizaban simples cubrebocas que se usan comunmente en los hospitales.
Al ser ampliamente cuestionados, ambos funcionarios demostraron que no existe una buena coordianción entre las instancias estatal y municipal.
Por su parte, tal y como ha venido ocurriendo en los últimos meses, la Secretaría de Salud ni siquiera ha podido informar datos precisos respecto a la cifra de personas afectadas por cualquier emergencia.
Ya ocurrió con el accidente que involucró a peregrinos yucatecos, y ahora lo volvió a hacer, al dar cifras confusas e inexactas de las afectaciones. Los datos ni siquiera concordaban con los recibidos del personal médico de las distintas instituciones de salud.
Por otro lado, a más de 48 horas de haber ocurrido la fuga química de un cilindro, las autoridad aún no han podido presentar a al menos una persona como responsable del suceso.
La PGJE tiene abierto un expediente por los delitos contra el ambiente, lesiones y daños en propiedad ajena, ambos a título doloso, y cuenta con la declaración de algunos empleados que han dado pistas del caso.