Logramos entre todos y todas dar un respiro a Mario

Esperanza. De los 350 mil pesos, ya se tiene reunido más de la mitad, informaron.

WILMER DELGADO ROJAS
WDELGADO@MULTIMEDIOSCAMPECHE.COM

El 2 de febrero pasado, EL EXPRESO dio a conocer a la ciudadanía campechana la historia de Mario Alberto.

Su conmovedora lucha no solo sacudió las conciencias, sino que además provocó una fuente movilización para  recaudar fondos.

A todo el drama se  suma  la noticia de que el padre de Mario Alberto es un trabajador de la empresa Oceanografía en Ciudad del Carmen.

El pasado 27 de febrero, la campaña de colecta anunciada por este rotativo rindió frutos y ahora el niño está cerca de cumplir su meta, que es comprar un equipo que lo ayude a respirar.

En entrevista con la madre del menor, Aida Yolanda Urdapilleta Fuente, se dio a conocer que el domingo de la semana pasada  fue la última de recaudación y agradeció a toda la gente que mostró su  apoyo y le hizo reunir 200  mil pesos para su causa.

Ahora la familia espera que se complete la  otra mitad del dinero y pueda adquirir el equipo.

La madre se dijo agradecida con todos los campechanos y el municipio que se unió a la causa.

Aida Yolanda dio entender que el equipo ya  se  encuentra listo para entregarse y que nada más está a la espera de  la  llegada del resto del dinero.

Recordó que el equipo tiene un valor de 345 mil pesos y los 200 mil pesos  fue lo que se recaudó con el apoyo de la gente que brindó la ayuda a través de boteo, donaciones, ventas de antojitos, todo  gracias  al  apoyo de los medios de comunicación impresos y televisivos así como de las redes sociales .

Mencionó que como maestra de primaria ‘Pedro Sainz de Baranda’ tuvo el apoyo de  sus compañeros maestros que en sus escuelas fomentaron el boteo y venta de antojitos y dio a conocer que su esposo trabajaba en Oceanografía que por cuestiones de la empresa  perdió su trabajo y dijo que las noticias llegan juntas, pues  en  el momento en que le solicitan el aparato médico para  su pequeño pierde el trabajo su esposo.

Ante la pérdida de empleo, nada más  se  quedaron  con su sueldo de  maestra, porque a  su esposo nunca se le  ha pagado a tiempo “y por eso  vivimos enfocados a las necesidades de Alberto”; dijo que el dinero que se ha obtenido en casa es para solventar las necesidades del  niño que requiere de cuidados.