Associated Press
MÉXICO (AP) — La violencia entre los cárteles del narcotráfico en México ha obligado a cientos de personas a huir de sus poblados sureños en las montañas cercanas al Pacífico, en medio de una nueva oleada de enfrentamientos entre bandas que ha dejado cuerpos esparcidos por la región, informaron el viernes las autoridades.
Estos sucesos ocurren apenas días después del arresto de uno de los capos más sanguinarios deMéxico, el líder del cártel de Los Zetas, Miguel Ángel Treviño Morales, cerca de la frontera con Estados Unidos. El capo, mejor conocido como “Z-40”, fue trasladado en helicóptero el viernes a una prisión de máxima seguridad cuyo nombre no fue divulgado.
Algunos mexicanos habían expresado la esperanza de que la detención de Treviño Morales contribuyera a una disminución en el derramamiento de sangre debido al narcotráfico, pero la violencia ha aumentado a lo largo de la costa sur del Pacífico, en los estados de Michoacán y Guerrero.
El cártel Jalisco Nueva Generación ha estado luchando contra los Caballeros Templarios de Michoacán por el control de la región sur-occidental. Los residentes dijeron que los últimos enfrentamientos parecen vinculados al descubrimiento el viernes de cuatro cuerpos colgados de un puente en la localidad de Buenavista, donde la gente se levantó en armas contra los Caballeros Templarios en febrero.
No estaba claro si el grupo de autodefensa de Buenavista tenía relación alguna con los muertos, un día después de que se encontraron otros cinco cuerpos acribillados a balazos en una carretera cerca de ese poblado, algunos con disparos en la cabeza.
La procuraduría del estado de Michoacán indicó que todos los hombres habían sido asesinados a tiros, pero no ofreció ningún móvil de los homicidios. Sin embargo, Hipólito Mora, líder de otro grupo de autodefensa en la cercana ciudad de La Ruana, dijo que aparentemente las muertes son parte de la batalla entre los dos cárteles rivales.
“Parece como que ya hubiera empezado una guerra otra vez”, dijo Mora. “Yo pienso que es entre el cártel de Jalisco y los Caballeros”.
Incluso las caravanas de policías federales fuertemente armados que viajan en carreteras principales han sido atacadas. El jueves, varios individuos dispararon contra un convoy de ocho camiones de la policía federal cerca de una carretera de peaje, lo que dejó tres agentes muertos y otros tres heridos. Luego huyeron hacia las colinas.
Este tipo de ataques también ocurrieron en Michoacán en 2006 y 2009, y por lo general marcaron un repunte en la violencia.
Los enfrentamientos por el territorio parecen estar propagándose al vecino estado de Guerrero, donde cientos de residentes de poblados aislados en las montañas se han visto obligados a huir de sus hogares.
“Ha habido un efecto que le llaman ‘cucaracha”’, dijo José Villanueva, vocero del gobierno de Guerrero. “Significa que se ataca el crimen en Michoacán y se refugian en las zonas de los estados cercanos, las zonas cercanas de Guerrero, limítrofe con Michoacán”.
A finales de mayo, un video publicado en las redes sociales mostró decenas de hombres enmascarados y fuertemente armados que se identificaron como miembros de Jalisco Nueva Generación y dijeron que habían establecido operaciones en Guerrero para combatir las incursiones de los Caballeros Templarios.
Villanueva dijo que no podía confirmar si el video era auténtico o si el cártel de Jalisco había entrado en Guerrero, pero reconoció que varias bandas operan en el estado, especialmente en las zonas montañosas cercanas a la frontera con Michoacán.