Los celos no son buenos consejeros, y para muestra de ello está un español que colocó una aplicación en el celular de su ex esposa para espiarla por lo que fue condenado a un año de cárcel.

En septiembre de 2014, la mujer acudió un día a la casa de su exmarido para recoger a sus dos hijos. El hombre le arrebató el bolso, en cuyo interior se encontraban las llaves de la vivienda de la mujer y también las de su coche, así como su teléfono móvil. La víctima se fue del lugar sin poder llevarse sus pertenencias.

Dicha situación fue aprovechada por el exmarido para instalar la aplicación en el celular de su antigua pareja, sin su conocimiento ni su consentimiento. Cabe destacar que la app permite conocer toda la actividad del teléfono móvil, poder ver las imágenes y videos almacenados o activar a distancia el micrófono y la cámara de fotos.

Tras instalar la aplicación el sujeto se dio de alta e de alta en la página web vinculada a esa aplicación, para poder recibir en su propio correo electrónico, de manera ilícita, los citados datos.

Más tarde la mujer regresó a la casa de su ex esposo para recuperar sus pertenencias lo cual pudo hacer, aunque el hombre le arrebató las llaves del auto.

Ante dicha situación, la mujer presentó una denuncia por todos estos hechos ante la Guardia Civil, que detuvo poco después al sospechoso. Una vez que el caso llegó a los tribunales, el Ministerio Público solicitaba inicialmente una pena global de dos años y diez meses de prisión.

La juez declaró al acusado autor de un delito contra la intimidad y de otro de coacciones. El primer delito implica la citada pena de prisión y una multa de 1.440 euros, mientras que el segundo obligará al hombre a cumplir 60 días de trabajos en beneficio de la comunidad.

La sentencia también prohíbe al acusado acercarse a menos de 500 metros de su excompañera sentimental durante un periodo de tres años.

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