Asesinatos, desapariciones, secuestros, extorsiones y otros males que “lastiman en lo más profundo a nuestro pueblo” cierran una semana de terror en México, donde la violencia “crece como espuma, y parece que no hay forma de detenerla”, aseguró ayer la iglesia católica a través de una publicación en Desde la fe.

Afirmó que autoridades municipales, estatales y federales se encuentran “rebasadas” para enfrentar a la delincuencia porque “carecen de la capacidad humana, logística, económica, técnica y moral”.

Consideró que las raíces sociales en el país se han “pervertido” tanto que hasta las autoridades, que deberían proteger la vida y dar seguridad a la sociedad, están coludidas con  criminales, y las que no, temen aplicar la Ley, porque ponen en riesgo su vida y la de su familia.

La iglesia calificó los últimos días como “una semana de terror” en México. 

“¡Vivimos un infierno! ¿Cómo hemos llegado a este desprecio por la vida humana, a la degradación de los valores, al endiosamiento del poder y del dinero, al imperio de la impunidad, la maldad y el egoísmo? Todos somos responsables”, expresó la iglesia.

Agencias.

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