La gobernadora Layda Sansores San Román no ha asumido como tal su papel de gobernante, sino que continúa en su faceta de opositora al sistema, de luchadora social de izquierda, insultando incluso a quienes no estén de acuerdo con su ideología.

En su discurso de la marcha de ayer en apoyo a la Reforma Eléctrica del Presidente López Obrador quedó comprobado que la mandataria estatal sigue creyendo que está en la oposición, criticando al sistema, en lugar de aplicar su lema de sexenio que es ‘Gobierno de Todos’.

Sansores San Román criticó que diputados del PRI estén traicionando a México con su voto en contra de la Reforma, incluso, dijo que “Alito puso de plurinominal a los más pendejos”, siendo uno de ellos Carlos Miguel Aysa Damas, quien hoy se mostró abiertamente a favor de Morena.

En este sentido, le dio la cálida bienvenida al todavía priísta, pese a que antes había sido calificado como un vendepatrias y mercenario por parte de Morena.

Incluso, al inicio de su administración, criticó el trabajo que desempeñó el padre del legislador, el exgobernador Carlos Miguel Aysa González, llamándolo corrupto, pero que hoy está en espera de recibir el nombramiento como embajador de México en la República Dominicana, como premio a su traición al PRI, y ya no se dice nada de él.

Por tal motivo, la gobernadora convocó a otros priístas a ponerse del lado correcto de la historia.

“Pedro Armentía López, eres joven y carismático. Tienes porvenir político.  La traición es una marca indeleble y no la borra el tiempo. ¿Cómo sentirías cuando ese hijo que esperas con tanto amor, cuando pase por la calle, la gente murmure: ahí va el hijo del traidor?”, expresó.

La gobernadora avaló pasar por encima de las leyes al decirle a la diputada Elisa Hernández Romero, una de las responsables de las pintas en el edificio del PRI, que no se preocupara por borrarlas, pues servirán para recordarles la traición al pueblo, a pesar de que cuenta con una demanda penal por allanamiento de morada.

Finalmente, evocó una vez más a José Saramago, mandando a que los priístas “vayan y chinguen a la puta madre que los parió”, repitiendo así lo dicho en su discurso del 2013 cuando era senadora por el PT, cuando fue aprobada la Reforma Energética, generando así un discurso de odio.

Redacción.

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