La ciudad portuaria de Mariúpol parecía a punto de caer ante las fuerzas rusas después de siete semanas de asedio, un acontecimiento que le daría a Moscú un éxito crucial en Ucrania, luego de un intento fallido de asaltar la capital y la pérdida de un importante buque militar en el Mar Negro.

El ejército ruso estima que unos 2 mil 500 combatientes ucranianos resistiendo en una enorme planta siderúrgica con un laberinto de pasadizos subterráneos eran el último foco de resistencia en Mariúpol. Rusia dio otra fecha límite para su rendición, diciendo que aquellos que depongan sus armas tendrían “garantizada la vida”, pero Ucrania se mantuvo desafiante.

“Todos aquellos que continúen resistiendo serán destruidos”, declaró el mayor general Igor Konashenkov, portavoz del Ministerio de Defensa de Rusia. Dijo que comunicaciones interceptadas indicaban que había unos 400 mercenarios extranjeros junto con las tropas ucranianas en la siderúrgica Azovstal, una afirmación que no se pudo verificar de forma

independiente.

La toma de Mariúpol podría debilitar a los soldados ucranianos en el este de Ucrania, donde Rusia ha centrado sus objetivos de guerra por ahora y está desplegando personal después de que no pudo tomar Kiev.

La viceministra de Defensa de Ucrania, Hanna Malyar, describió a Mariúpol como un “escudo que defiende a Ucrania” mientras las tropas rusas se preparan para una ofensiva a gran escala en Donbás, el corazón industrial del este del país donde los separatistas respaldados por Moscú ya controlan parte del territorio.El asedio a Mariúpol ha tenido un costo terrible, y las autoridades estiman que los rusos han matado al menos a 21 mil personas. Solo quedan 120 mil personas en la ciudad, de una población de antes de la guerra de 450 mil.

El presidente ucraniano, Volodímyr Zelensky, dijo que Rusia “intenta de forma deliberada destruir a todos los que están allí” (en Mariúpol). Añadió que Ucrania necesita de inmediato más armas pesadas de Occidente para tener posibilidades de salvar la ciudad portuaria en el Mar de Azov.

“O nuestros socios dan a Ucrania todas las armas pesadas y los aviones necesarios, y sin exageración de inmediato, para que podamos reducir la presión de los ocupantes sobre Mariúpol y romper el bloqueo”, dijo, “o podemos hacerlo con negociaciones, en las que el papel de nuestros socios debe ser decisivo”.

Agencias.

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