Cuando Rodrigo Mora Toraya tomó las riendas para el crecimiento de la tradicional tortería campechana “El Flambo”, se trataba sólo de una sucursal ubicada frente a la Universidad Autónoma de Campeche, que aunque muy popular, no se visionaba en grande.
Hoy, casi tres décadas después, ya son cuatro los locales en los cuales el sabor único de su té y recetas de cocina son un factor común, y han llevado a lo que era un pequeño negocio familiar, fundado por su abuela Berta López de Toraya, su tío Ricardo Toraya y su madre Berta María Toraya López, a un punto de referencia para todos los campechanos al momento de decidir en dónde desayunar.
Fundado el 17 de noviembre 1984, El Flambo, ubicado frente a la Universidad, es el primero de la franquicia y permaneció durante muchos años como un pequeño negocio familiar, y se manejó de esa forma hasta que Rodrigo se encargó de administrarlo, auxiliado por Rodolfo Dzul. “Mi mamá y mi tío siguen siendo los jefes”, comenta Rodrigo con una sonrisa.
Desafortunadamente no todos los casos de negocios familiares son tan exitosos como el de estos empresarios, para lo cual, Rodrigo piensa que se trata de una cuestión de percepción y asimilación.
“Pienso que es un problema cultural, para empezar, ni se sienten empresarios”, comparte Rodrigo, y agrega que un problema que se presenta también de manera constante, desde su visión, es el miedo que muchos empresarios tienen a apostarle al crecimiento, lo que ha frenado a muchos, pero no sin cierta razón, ya que después de mucho trabajo, hay quienes prefieren lo seguro.
“Les da miedo que el negocio no crezca correctamente y eso incluso afecte el negocio inicial… y esto le pasa a muchas empresas familiares”, comenta Rodrigo, quien también es miembro, junto a dos de sus hermanos, del reconocido grupo de Jazz mexicano Xamán.
Afortunadamente para El Flambo, al momento de dar el siguiente paso, la gente no dudó un segundo en seguirlos, lo que ha generado el crecimiento de la empresa, y se ha convertido en una fuente de ingresos para medio centenar de personas en Campeche.
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Además de seguir creciendo con la franquicia en la ciudad, Rodrigo comenta que el motivo por el cual aún no han abierto en otras ciudades es la receta secreta del té, el cual, se prepara de forma casera, y es uno de sus activos más importantes.
Para sortear este obstáculo, Rodrigo comenta que ya se encuentran en el proceso de embotellamiento del mismo, lo que permitiría transportarlo sin problemas a otros sitios, sin tener que dar a nadie esa receta que tantos Emprendedor. Rodrigo Mora quiere aventurarse a salir de la ciudad.
Al cliente con cariño
Algo que Rodrigo considera muy
importante para que El Flambo
tenga el tiempo que tiene ya en el
mercado, además del sabor, es la
atención que se le da a los clientes, y
es que desde los inicios de la primera
sucursal, ha sido atendida por sus
mismos dueños.
“Jamás hemos hecho una torta
pensando en vendérsela al público,
la hacemos pensando que nos guste
a nosotros”, agrega.
Aunado a este compromiso con
su calidad y sabor, algo que desde
su creación ha sido característico del
lugar es el trato que uno recibe de
los empleados, ya que, al haber seis
trabajadores despachando al mismo
tiempo, el cliente puede disfrutar de
su comida rápido.
“Hay algunos comensales que
llegan y ya no tienen ni que ordenar
porque quienes despachan ya los
conocen”, comenta orgulloso Rodrigo,
quien lo considera como un
servicio de valor agregado.
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