Associated Press
BURSAN, Turquía (AP).- Resulta muy difícil conjeturar quién se llevará el título en la Copa Mundial Sub20. Uruguay, Irak, Francia y Ghana entraron a las semifinales sobre una alfombra roja y envueltos en una absoluta paridad de fuerzas.
Los cuatro son candidatos a ganar el premio Oscar al primer arte del fútbol y los que votarán son ellos mismos. Serán juez y jurado y sus votos valen uno, dos, tres… Depende de la cantidad de goles que metan.
Uruguay-Irak, en Trabzon, y Francia-Ghana en Bursa, serán las semifinales que depositarán a los ganadores en el partido por el título y dejarán a los perdedores dirimiendo el tercer puesto, en jornada doble el sábado en el estadio Ali Sami Yen Arena, de Estambul, con una capacidad para unos 52.000 espectadores.
Si el torneo ya era bastante bueno, los partidos que restan prometen mejorarlo: los semifinalistas avanzaron con un total de 18 goles en cuatro partidos, además de nueve penales en definición por esa vía. Y en tres de esos encuentros se jugó tiempo extra, en el cierre de una etapa que concluyó con el avance de cuatro continentes: América (Uruguay), Asia (Irak), Europa (Francia) y Africa (Ghana).
Francia fue el único que pasó tranquilo con una goleada 4-0 sobre Uzbekistán, el resto tuvo que trabajar a destajo. Uruguay venció al campeón europeo España por 1-0 con un cabezazo de Felipe Avenatti en el alargue; Irak 5-4 a Corea del Sur en los penales (3-3 los 90 minutos y la media hora de extensión); y Ghana doblegó 4-3 a Chile en tiempo extra.
Avenatti, atacante de River Plate de Montevideo, dijo el lunes que la victoria ante España dejó a su equipo con la moral bien alta.
“Sabemos muy bien lo que hacemos. Tenemos mucha confianza en nosotros, en lo que hacemos tanto dentro como fuera de la cancha, con lo cual creo que podremos estar tranquilos y no dejarnos llevar (inquietud) ahora”, subrayó. “No nos conformamos con estar en las semifinales. Tenemos mucha confianza en lo que hacemos y con ello vamos a ir a ganar la semifinal y pelear por la final, que sería muy importante para todos”.
Emociones a granel. Pero los números de la FIFA indican que, por increíble que parezca, en las cinco últimas ediciones de un Mundial Sub20, tres choques de cuartos de final se decidieron en la prórroga o en la tanda de penales. Sólo un encuentro de la antepenúltima ronda se resolvió en los 90 minutos en cada certamen celebrado desde 2005, algo que solamente había ocurrido una vez en el torneo de 1979 en Japón.
Notable lo de Francia por la goleada y espectacular lo de Uruguay, Irak y sobre todo lo de Ghana por mantener la calma en los momentos más tensos y cruciales.
Lo hecho por Ghana no tiene parangones: perdió los dos primeros partidos de la primera ronda (3-1 con Francia y 1-0 ante España) y una victoria 4-1 ante Estados Unidos lo dejó con tres puntos y por diferencia de goles entró a la segunda ronda como el peor de los 16 equipos.
Pero sus sobresaltos continuaron: en octavos perdía 2-1 con Portugal y terminó ganándole 3-2 y con Chile caía 3-2 y cuando agonizaba la prórroga le ganó 4-3 con dos goles de Ebenezer Assifuah, el último casi sobre el silbato final, aunque antes había empatado Salifu.
“Estamos muy equivocados si pensamos que nos podemos permitir volver a empezar perdiendo. Ya hemos abusado de nuestra suerte”, dijo Assifuah. “De ninguna manera podemos dejar que el rival se vuelva a poner por delante”, agregó el ariete del club ghanés Liberty Professionals FC.
Assifuah, de 20 años, es uno de los candidatos a llevarse el premio al goleador del torneo: tiene cuatro dianas al igual que el uruguayo Nicolás López, el francés Yaya Sanogo y el chileno Nicolás Castillo, con la salvedad que este último se plantó en esa cifra porque su equipo fue eliminado. Los máximos artilleros con cinco tantos, Bruma y Jesé, tampoco podrán sumar más goles porque Portugal y España fueron despedidos.
Ghana es el único campeón de los sobrevivientes ya que venció en la final a Brasil en 2009 en Egipto. Si los africanos no repiten ese éxito, el torneo tendrá un monarca inédito.
Este Mundial no contó con sus principales campeones —Argentina con seis títulos y Brasil con cinco— porque no superaron la barrera de las eliminatorias sudamericanas.