Vladimir de la Torre
Golpe de Timón
Vladimir de la Torre Morín
Licenciado en Filosofía y Letras, y master en Comunicación Social por la Universidad de La Habana. Periodista de la Agencia Prensa Latina. Colaborador de diarios de Nicaragua, El Salvador, Chile y Argentina. Investigador para Unicef en España, Jamaica, Inglaterra, Emiratos Árabes Unidos, Italia, y Qatar. Productor y conductor de Telesur.
@delatorremorin

Ahogándonos

Voces, Lunes 8 julio, 2013 a las 2:13 pm

El 16 de mayo del 2012, en su tercera visita a Campeche como candidato presidencial, Enrique Peña Nieto firmó ante unas ocho mil personas los compromisos que le cumpliría a Campeche durante su administración.

Mencionó cinco, el 62, 63, 64, 65, 66 de los 266 que firmó durante la campaña. El 66 dice textual: “Modernizar los sistemas de Agua Potable, Drenaje y Alcantarillado de la ciudad San Francisco de Campeche”.

Hace apenas 21 años en Campeche se aprobó una ley en el estado que regulara el agua potable y el sistema de alcantarillado. La firmó el entonces gobernador, Jorge Salomón Azar el 16 de diciembre de 1992.

La iniciativa, de 125 artículos, fue aprobada cinco días después por el Congreso del estado. La ley, a falta de ser aplicada, sirvió de bastante poco.

¿Por qué no se ha resuelto en décadas el problema del drenaje en la capital del estado? Respuestas hay muchas. 1-La ciudad ha crecido desordenadamente y no se han considerado, en muchos casos, los canales de drenaje; 2-Donde había cerros, ahora hay fraccionamientos, con lo que ha aumentado la superficie asfaltada por dónde corre el agua; 3-La falta de presupuesto para el alto costo de levantar la cinta asfáltica para hacer el drenaje adecuado; 4-La disminución de áreas verdes en la zona baja de la ciudad; y 5-Los drenajes, al ser construidos por debajo del suelo son obras que no se ven y las autoridades han privilegiado inversiones que estén a la vista de todos.

Con gritos, plantones, quejas y carteles, el entonces presidente municipal de Campeche, Fernando Ortega Bernés (2003-2006) inició la construcción de las dos primeras etapas del drenaje de la Ave. Francisco I. Madero (La Ría). La siguiente etapa la continuó el ex alcalde, Oznerol Pacheco Castro (2006-2009), en este mismo período se construyó el drenaje de la Ave. Agustín Melgar, frente a la Universidad.

Fueron las dos últimas inversiones millonarias que se hicieron desde el ayuntamiento de Campeche. La Ría, a 10 años de haberse iniciado los trabajos, aún no se concluye.

Tras otros gritos, plantones, quejas, carteles, y millones de pesos en pérdidas materiales, los vecinos de Presidentes de México fueron escuchados.

El ahora gobernador, Fernando Ortega Bernés prometió que no se volverían a inundar. Inició así la construcción de la “garganta subterránea” más larga que atraviesa la ciudad. El viernes fue inaugurado el drenaje de Presidentes de México con una inversión de 156 millones de pesos, más 28 millones que fueron sumados para poder concluirlo, el beneficio directo está para unas 15 mil personas que residen en 22 fraccionamientos o colonias cercanas.

Tras la promesa en campaña de Peña Nieto, el compromiso 66, después de otra docena de inundaciones, volvió a aparecer el 7 de marzo pasado. En una visita al estado, el director de Conagua, David Korenfeld Federman, prometió al Ejecutivo estatal que “en breve” determinarían las obras prioritarias para reducir los riesgos de inundación en la capital del estado para facilitar la continuidad de su vida social y económica durante la temporada de lluvias. El 1 de junio pasado, el proyecto volvió a tomar su “tercer aire”. En las oficinas de Conagua en el Distrito Federal, esa dependencia y el Gobierno de Campeche firmaron un convenio para modernizar el sistema de agua potable, la ampliación de la cobertura del drenaje pluvial.

El viernes pasado, con la visita de David Korenfeld a la ciudad trascendió que la inversión del compromiso 66 ya estaba apartada.

Se construirán 22 kilómetros de drenajes pluviales en la ciudad.

Los trabajos iniciarán en septiembre y se realizará en varias etapas.

Se sabe que la primera contemplará la avenida Lázaro Cárdenas, la Avenida Central y el Centro Histórico.

En los tres niveles de gobierno hay preocupación por la forma en la que se realizará estos trabajos, considerando el tiempo que tomará finalizar cada etapa, las temporadas de lluvias y huracanes, la obstrucción al tráfico, peatones, vecinos de las avenidas en las que se realizará el proyecto y comercios establecidos.

La obra será monumental, y monumental será la paciencia que se tendrá que tener para que quede resuelto de una vez un problema que viene de décadas.

Un grupo de especialistas ya trabaja para provocar la menor cantidad de afectaciones posibles, pero erradicarlas parece imposible. El INAH tiene los ojos puestos en el proyecto que contempla el Centro Histórico, la dependencia federal no quiere que lo toquen. Las negociaciones están sobre la mesa pero la disyuntiva es si se conserva la parte histórica como está o nos ahogamos con la próxima lluvia.

Ni la alcaldesa, Ana Martha Escalante, ni el gobernador Fernando Ortega verán la culminación de todos los trabajos. El proyecto completo puede tomar más de cuatro años.