Informes: una obligación constitucional

Especiales, Lunes 6 agosto, 2012 a las 7:39 pm

Obras.El gobernador José Ortiz
Ávila y el presidente Gustavo Díaz Ordaz inaugurando la escuela ‘Manuel Ávila Camacho’, frente al parque de Santa Lucía.

Abel Efraín Durán Reyes

Era una mañana del 30 de marzo del año 1862 en el palacio del Ayuntamiento. Los diputados recién electos que apenas unos días antes se habían instalado en lo que fuera la primera Legislatura campechana, se reunieron para escuchar de

Pablo García y Montilla un relato de los acontecimientos políticos y militares que habían ocurrido en la entidad desde la
ya lejana fecha de 1857.Ese fue el Primer Informe de Gobierno rendido por un gobernador de Campeche. Este último año había sido creada la entidad tras una larga lucha con Yucatán, pero la intervención francesa y otros conflictos políticos habían impedido al primer mandatario campechano cumplir con su deber constitucional de informar a sus gobernados sobre el estado que guardaba la administración estatal.

En efecto, los informes de gobierno constituyen el cumplimiento de un mandato constitucional. Desde su origen, nunca fueron concebidos como una fiesta o celebración de quien tuviera el poder, o del partido que lo impulsó, mucho menos para convertirse en elementos que abonaran a la popularidad del gobernante.

Inversiones.El tema de la seguridad siempre ha tenido vigencia. El gobernador Eduardo Lavalle Urbina entregando uniformes y vehículos al cuerpo de policía.

Aunque reformas recientes han modificado el formato de la presentación del informe, en términos generales se sigue aplicando lo ordenado en la Constitución Política del Estado de Campeche de 1861, en su

Artículo 26, que señala: “A la apertura de sesiones del Congreso (a realizarse cada 7 de agosto) asistirá el gobernador del Estado, y dará cuenta de las circunstancias que guarde el país, en un discurso, a que contestará el presidente del Congreso en términos concisos y generales”.

A la fecha, contando el que Fernando Ortega Bernés dará el próximo martes, los gobernadores campechanos habrán presentado 144 informes de gobierno ante el pleno de 60 legislaturas, desde marzo de 1862 hasta agosto de 2012.

De ellos, 76 fueron dictados entre 1862 y 1943, cuando los periodos gubernamentales eran de cuatro años (cuatrienios); mientras que los otros 68 se dieron entre 1943 y 2012, cuando se reformó la constitución para ampliar a seis años los periodos de gobierno (sexenios).

Pero esa no es la única forma de dividir los informes de gobierno. Entre 1862 y 1870 las vicisitudes políticas perjudicaron la rendición de cuentas.

Fue el gobernador Joaquín Baranda, en 1871, quien inaugura un periodo de estabilidad política en la entidad, lo que le permitió a él y a sus sucesores, hasta 1910, cumplir cada 7 de agosto -en la apertura de la sesiones legislativas del Congreso del Estado- con su mandato constitucional de informar
a los campechanos sobre los asuntos
del gobierno.
Pero en los gobiernos posteriores
volvieron las dificultades y no son
muchos los informes de gobierno que
alcanzaron a rendirse ante el Congreso local: tan sólo en un periodo de
cuatro años, entre 1910 y 1914, diez personas fungieron como gobernadores;
otros siete campechanos gobernaron
entre 1920 y 1921; mientras que fueron
cinco los que ejercieron el Ejecutivo
estatal entre 1927 y 1931.
Fue con Benjamín Romero Esquivel, quien gobernó en el cuatrienio 1931-1935, cuando se logró estabilizar políticamente a la entidad
y desde entonces han circulado 16
gobernadores hasta el 2012, quienes han cumplido con su obligación de informar.

Pero fue Héctor Pérez Martínez -el último en gobernar durante un cuatrienio-, quien también inauguró una nueva etapa para los gobiernos campechanos al ser “heredero de la Revolución”.

En otras palabras, Pérez Martínez abrió el paso a la maquinaria política priísta que monopolizó en Campeche y en todo México el poder público hasta hace apenas unas décadas.

Partido Nacional Revolucionario primero, Partido de la Revolución Mexicana después, desde 1946, bajo el gobierno campechano de Eduardo Lavalle Urbina, se convirtió definitivamente en Partido Revolucionario Institucional y hasta la fecha continúa ‘invicto’ en el Gobierno del Estado, actualmente representado por Fernando Ortega Bernés, quien
el martes rendirá el informe número 144 en la historia de los gobiernos campechanos.